martes, 14 de junio de 2016

AQUELLA VIEJA ESCUELA

 (Publicado en Revista Gurb el 10 de junio 2016)

No va de profeta de nada, ni de periodista estrella, ni habla a grito pelado o desgañitándose entre broncos aspavientos, como hacen otros compañeros de las tertulias con las que comparte horas encendidas de televisión. El estilo de Jesús Maraña (Sahagún, 1961) es más bien reposado sin dejar de ser irónico, voltairiano sin perder de vista la contundencia, pero siempre diciendo esas verdades como puños sobre nuestros políticos corruptos, sobre la crisis de los medios de comunicación, sobre todo y sobre todos, especialmente sobre Inda y Marhuenda. Maraña es un periodista de la vieja escuela, uno de esos que ya no quedan, nuestro Lou Grant particular, aquel prometeico personaje de la serie de televisión que desde su despacho de Los Angeles Tribune luchaba contra las injusticias del mundo. Estudió en la Complutense de Madrid y empezó firmando artículos en el diario Informaciones. Corría el año 1981 y en España había muchas cosas que contar, entre ellas el ruido de sables que amenazaban nuestra frágil democracia. "Viví la época de las vacas gordas, por así decirlo, de los semanarios políticos. Tiempo, Tribuna, Cambio 16, Época, etcétera. Funcionaban muy bien pero luego los contenidos se fueron frivolizando, se fueron transformando en un cruce entre las revistas del corazón y los periódicos". Quizá fue ese el momento en que empezó "a joderse el periodismo", como ha dicho en una reciente conferencia, o fue cuando los periódicos comenzaron a vender planchas y vajillas o cuando los contables tomaron las riendas de los grupos mediáticos controlados por el poder financiero y los buenos periodistas saltaron por la ventana. Quién sabe. Hoy, cuando más de 14.000 profesionales han terminado en la cola del paro por culpa de la crisis y el descrédito de algunas grandes cabeceras resulta insoportable, Maraña se sigue moviendo como un hábil francotirador que se resiste a abandonar su puesto, o mejor un artesano que sigue fabricando temas de investigación (buena falta nos hace) en las trincheras de Infolibre, uno de los diarios digitales que amenazan con socavar la hegemonía de los periódicos en papel, agonizantes tras tantos años, quizá demasiados, de pérdida de credibilidad, traición a los principios del oficio y maldita autocomplacencia.

 Entrevista completa en Revista Gurb

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