martes, 13 de agosto de 2013

ARENAS Y CASCOS


Arenas y Cascos han declarado hoy, en la ruta de la toga, que no sabían nada de la caja negra, que nadie en el PP verificaba la identidad de los donantes, que en pocas palabras se pasaban la Ley Electoral por el sacrosanto forro de sus entretelas. ¿Un poco fuerte, no? Si ellos, que eran lo secretarios generales, los mandamases de la cosa, no controlaban el partido, ¿quién lo hacía entonces? ¿qué era aquello, el corral de la Pacheca? ¿Campamento de verano? ¿Sálvame de Luxe? ¿el coño de la Bernarda? Vaya imagen. Por lo que se va viendo, en el PP nadie sabía nada, nadie conocía a nadie, nadie se enteraba de nada. El único responsable diligente que anotaba allí cada chanchullo, cada tocomocho, cada bolsa de plástico, cada maletín, era Bárcenas, un Bárcenas que honrado no sería pero que como escribiente no tenía precio. Qué capacidad anotadora (Gasol a su lado un principiante) qué celo profesional prusiano, qué amanuense metódico, minucioso, sistemático. No se dejó ni un céntimo criminal por anotar, no se le pasó por alto ni un apellido pringado por rubricar. Qué tío. Pero volvamos a los caballeros marengo que desfilaron ayer por la pasarela Cibeles de la Audiencia Nacional. Ellos no sabían nada de cajas B, ni de sobresueldos, ni de comisiones gurteles, ni de cuentas en Suiza. Luego aquello de Génova 13 no era un partido serio, qué va, aquello era una oficina de ciegos, sordos y mudos, una estafeta de la Once a lo bestia, todos discapacitados y cremallera total, todos tontolelos, tardos y amnésicos, inocentes borderline que no eran capaces de coscarse de los delitos, que no eran capaces de atisbar si quiera el terremoto de crímenes que se preparaba en las cloacas del partido. Oyendo las declaraciones de Arenas/Cascos ante el juez Ruz, se conoce que el partido funcionaba como una comuna hippy, en plan flower power, haz el dinero y no la guerra, un falansterio feliz donde los marianitos entraban y salían sin control, nada por aquí, nada por allá, y la caja B cada vez más llena, la caja B cada vez más repleta de dinero negro y de ignominia. De todas formas, de todo lo que han declarado ante el juez Ruz ambos testigos de lujo, de todas las cosas increíbles que han soltado por esas boquitas de piñón, lo que más le llama la atención a uno es que nadie allí controlara la identidad de los donantes. Cualquiera llegaba y soltaba su diezmo de mierda sin que le dijeran ni mu. Ahora se entiende que la financiación del PP la hayan costeado seres lumpen muy poco recomendables para la higiene de un partido democrático. Como no había orden ni concierto en las cuentas, como todos pillaban y soltaban a discreción, a cuatro manos, a mansalva, como aquello era un Casino monegasco, un putiferio on the road, mucho nos tememos que el PP se haya alimentado de fondos poco recomendables. Y por esa falta de control sobre los donantes es por lo que sospechamos que de esos papeles de Bárcenas pueda salir cualquier cosa aún peor. De esos papeles seguro que sale el dinero de los constructores que sepultaron el Mediterráneo bajo un alud de cemento, el dinero de los correas y bigotes, el dinero de la mafia rusa, de los jeques árabes que compran España, de los casinos nocturnos de Gibraltar, de Julián Muñoz, Gil y la Pantoja, de los ERES andaluces esnifados de cocaína, de las amantes y frungimientos del duque de Palma, el dinero para las comisiones de Paco Malolorhuenda y otros periodistas (por llamarlos de alguna manera), el dinero de los cubatas de Rita Barberá, de los trajes de Camps, de la disidencia cubana y hasta de Bin Laden. De esa contabilidad en B puede salir cualquier disparate porque ellos iban a lo que iban, a coger la ladilla del euro, al trinque fácil, yo me lo guiso yo me lo como como Juan Palomo, sin mirar la honradez y la decencia del dinero que llegaba a la sede genovesa, sin controlar la legalidad de las donaciones y donantes, y a final de mes toda la ejecutiva nacional montada en el dólar, todos cobrando, todos cifrando, todos untando la manteca. Si esto fuera así, si este sindiós fuera tal como han declarado los dos viejos roqueros Arenas/Cascos (los viejos roqueros de la música nunca mueren porque se hacen transfusiones pero los de la política tienen las venas corroídas por la heroína de la corrupción y están todos yonquis perdidos) si esto fuera así, ya digo, habría que hacerle un monumento a Bárcenas, porque nadie ha hecho un favor mayor a la democracia (aunque sea de rebote y sin querer) que este tesorero de los abrigos hampones y las canas de nieve. Al loro, que Cospedal entra mañana en capilla. Que el juez Ruz tenga preparado a un buen traductor, porque a ésta, a veces, le da por hablar raro.

Imagen: lagaceta.com

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