miércoles, 4 de septiembre de 2019

THE GUARDIAN

(Publicado en Diario16 el 26 de junio de 2019)

Primero fueron los liberales europeos los que dieron un serio toque de atención a Albert Rivera por sus peligrosos flirteos con Vox. Después fue Macron quien le avisó de que iba por mal camino escorándose a la derecha. Y ahora es la prensa británica, siempre tan influyente y poderosa, la que le ha dedicado un artículo en el que el líder de la formación naranja no sale precisamente bien parado por su estrategia política. El diario británico The Guardian ha publicado un análisis sobre la delicada situación que vive Ciudadanos tras las dimisiones de Toni Roldán, portavoz económico del partido en el Congreso, y del eurodiputado Javier Nart.
No es la primera que los tabloides europeos enmiendan la plana a Rivera, ya que el prestigioso francés Le Monde también le dedicó una página bajo el impactante titular de En España, Ciudadanos abre la puerta de los acuerdos a la extrema derecha. En aquella crónica, los editorialistas parisinos aseguraban aquello de que “Rivera ya no engaña a nadie”, una crítica despiadada por la estrategia del partido naranja de “ocultar sus acuerdos, directos o indirectos, con la extrema derecha española”.
Ahora es The Guardian quien retoma la historia del brusco viraje de Rivera hacia el lado oscuro ultra –por lo visto de gran interés para la prensa internacional− al hacerse eco de la grave crisis que se ha desatado en Ciudadanos tras la última oleada de dimisiones y la más que evidente derechización del partido fundado en Barcelona en 2006. El rotativo británico cree que Ciudadanos está “bajo presión” y recuerda que Toni Roldán ha sido el último peso pesado en cuestionar públicamente la deriva que ha tomado Ciudadanos por sus acuerdos con Vox. De alguna manera, The Guardian está cuestionando la conveniencia de que el partido abandone el centro para demostrar que es “el principal partido de la oposición en España”.
Queda claro por tanto que Rivera tampoco se la cuela al diario británico. Y es que sus periodistas de Política vieron venir hace ya cuatro años que el joven político catalán no era lo que parecía. En un artículo publicado en marzo de 2015, cuando Cs navegaba viento en popa y a toda vela y algunos pensaban que Rivera era el hombre sensato y moderado que necesitaba España, el rotativo londinense advertía de que pese a que Ciudadanos se presenta como “un partido progresista y de centro izquierda, sus ideas vienen del centroderecha y muchas de sus propuestas vienen del PP”. Y para apoyar esa premisa recordaron cómo el líder naranja abogó en el Parlamento catalán por restringir el acceso de los inmigrantes a la Sanidad pública y por la prohibición del velo islámico en espacios públicos. Es decir, que los periodistas ingleses calaron desde el primer momento a Rivera y concluyeron que de progre socialdemócrata nada de nada.
Por último, The Guardian destaca la obcecación de Rivera en negarse a hacer presidente del Gobierno a Pedro Sánchez y recuerda que el líder de Cs “ha descartado enfáticamente cualquier acuerdo que ayude al líder del PSOE a continuar en la Moncloa”.
No está siendo la mejor semana para Rivera y su partido. A las dimisiones en bloque de Roldán y Nart se suma que el líder de Ciudadanos en Castilla y León y miembro de la Ejecutiva nacional del partido, Francisco Igea, ha defendido la alternativa de una abstención que permita la investidura de Sánchez para que “el país no dependa en exclusiva de los nacionalistas”. Por si fuera poco, Manuel Valls, ex primer ministro francés y candidato independiente a la Alcaldía de Barcelona, también ha decidido romper con el proyecto naranja después de que instara en repetidas ocasiones a la ejecutiva del partido a que se alejara de la extrema derecha. Sin embargo, y pese a que los mensajes le llegan por tierra, mar y aire, el interesado no se da por aludido.

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