(Publicado en Revista Gurb el 19 de junio de 2015)
A menudo, cuando está en una fiesta y suelta
eso de que se dedica a buscar marcianos, le suelen mirar como a un bicho
raro. Investigar si hay vida ahí fuera es una profesión tan inusual
como fascinante, pero Seth Shostak, el director del Instituto de
Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI), asegura que la sigue
ejerciendo de forma apasionada, con la misma ilusión de aquel niño que
con ocho años ya buscaba respuestas en los libros sobre el Universo. "No, no me siento nada decepcionado porque en realidad solo hemos
investigado en profundidad unos pocos miles de estrellas, que no es
demasiado. En los próximos veinte años se investigarán hasta un millón
de estrellas y creo que ese será un experimento mucho más interesante",
asegura en una conversación telefónica en exclusiva para Revista Gurb desde su despacho del Instituto SETI, en Mountain View, California.
No pierde la fe en encontrar a ET algún día, aunque todo sería mucho
más fácil si el Gobierno norteamericano volviera a destinar fondos
públicos para esta investigación, que fue suspendida por la NASA en los
años 90. De momento SETI funciona gracias a aportaciones privadas que
sirven para construir radiotelescopios muy costosos que apuntan hacia el
cielo oscuro y silencioso, donde de momento no parece haber nada vivo,
salvo las luces minúsculas de infinitas estrellas que miran con desdén a
la solitaria y desamparada especie humana. Ninguna señal
electromagnética, ningún indicio fiable desde que empezara el proyecto
SETI, allá por los años 70. La idea ha servido, eso sí, para despertar
la conciencia mundial de que quizá no estemos solos en el Universo y
miles de personas se han unido al proyecto de buscar señales alienígenas
sin moverse de sus casas, solo mediante la conexión de sus ordenadores
personales a la red principal de SETI, que procesa las infinitas
emisiones del espacio exterior captadas por el radiotelescopio de
Arecibo, emplazado en Puerto Rico. De momento ET no ha dicho "hola,
muchachos, aquí estoy", pero Shostak, uno de los físicos más populares e
influyentes de Estados Unidos (ha llegado a colaborar como asesor en
películas como Contact o el remake de Ultimátum a la Tierra)
afirma con rotundidad que de seguir el actual progreso tecnológico del
ser humano, en dos décadas podríamos hallar vida en otros planetas. "Eso
sí, si la hay lo más probable es que solo podamos verla a través del
microscopio". Encontrar vida fuera de la Tierra no es tarea fácil, “como
buscar una aguja en un pajar”, pero encontrar vida inteligente sería un
choque brutal para nuestra civilización. Aunque quizá eso no sea tan
bueno a fin de cuentas. Porque, como muy bien ha dicho Stephen Hawking,
si son más inteligentes que nosotros seguro que querrán colonizarnos.
Entrevista completa en Revista Gurb
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