lunes, 31 de julio de 2017

DE MARIANO RAJOY, MADRE CORAJE Y JEANNE MOREAU


Era el jefe de campaña pero no sabe nada del dinero que podía gastarse el partido. Se iba de vacaciones a Canarias y no se enteraba de quién le pagaba el billete y el hotelaco. Correa, el jefe de la mafia, se pasaba la vida rateando en los despachos de Génova y él no "tiene constancia de que lo conozca". Y hoy, en el colmo del escándalo, nos enteramos de que el PP financió de forma ilegal la campaña del año 2000, dirigida por (¡sorpresa, sorpresa!) el 'señor de los hilillos'. O sea, que jugaron dopados e hicieron trampas a las órdenes del gallego del puro. Moraleja: por lo que se va conociendo tras su declaración en la Audiencia Nacional, resulta que nuestro inefable presidente nos ha mentido en todo... salvo en alguna cosa.

Mariano Rajoy mintió en la Audiencia Nacional, según publica eldiario.es. Los cuatro días de vacaciones que pasó en Canarias en el año 2004 fueron sufragados por la trama Gürtel y no en un hostalucho de mala muerte precisamente, sino en un complejo de superlujo, el mejor del mundo. El autor de la célebre frase "un vaso es un vaso y un plato es un plato" se solazó con su familia, días después del 11M, quizá para relajar tensiones tras tanta tragedia y recuperarse del varapalo electoral, en el Seaside Grand Hotel Residencia de Maspalomas, un cinco estrellas que solo está al alcance de unos pocos elegidos. Los gastos, por supuesto, corrieron a cargo de la agencia de viajes Pasadena S.L., propiedad de Francisco Correa, cerebro de la mafia, y la factura nunca pasó por las manos del presidente. Fue un "regalo" inolvidable entre amiguitos del alma. Así era la bien avenida familia gurteliana: tú me das cremita, yo te doy cremita... Por supuesto, todo esto es mentira... salvo alguna cosa.

Juana Rivas, la madre coraje obligada por una juez de Granada a entregar a sus dos hijos a su expareja, el hombre que la maltrataba, ha actuado como cualquier madre lo hubiera hecho en su lugar: cogiendo a sus pequeños y perdiéndose de vista. Ahora, Francesco Arburi, condenado por maltrato en 2009 y denunciado nuevamente por el mismo delito hace ahora un año, amenaza con presentar una denuncia contra la madre por secuestro parental. De confirmarse los hechos, podríamos estar ante un caso claro de mal funcionamiento de la Justicia que convierte al culpable en víctima y viceversa. El Código Penal es a menudo condescendiente con los maltratadores, que se aprovechan de esta circunstancia, de ahí que muchos casos de asesinatos machistas sean cometidos por hombres reincidentes. Urge pues una reforma penal en profundidad que dé protección total a la mujer maltratada, evitando casos como el de Juana Rivas. Mientras los actos de solidaridad con la mujer de Maracena se suceden en toda España, la Policía la busca para llevarla de nuevo al juzgado. De ser procesada, podría enfrentarse a una condena de entre cuatro y diez años de prisión. Sería la consumación de una cadena de graves errores.

Jeanne Moreau, "la mejor actriz del mundo", según la calificó Orson Welles, ha muerto hoy lunes a los 89 años. Chica de sonrisa misteriosa, emblema del cine de autor francés y de la Nouvelle Vague, fue musa de Louis Malle (con quien estuvo unida sentimentalmente), François Truffaut, Michelangelo Antonioni, Luis Buñuel, Jacques Demy y Roger Vadim, entre otros gigantes del cine. "Creo sinceramente en la resistencia creativa. La minoría siempre acaba imponiéndose", dijo en cierta ocasión. Con ella se va una época gloriosa del cine. 

Ilustración: Artsenal

miércoles, 26 de julio de 2017

MARIANO RAJOY: ENTRE EL NO ME CONSTA Y EL NO ME ACUERDO


Ha sido una declaración histórica que lamentablemente servirá para poco. Todo estaba controlado de antemano, medido, sin margen para la pregunta incómoda. Como si el guion estuvise escrito desde hacía tiempo. La Audiencia Nacional se ha ocupado de que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy −que comparecía en calidad de testigo aunque en la práctica se ha comportado como un imputado que echa balones fuera− sufriera el menor daño posible en su imagen personal. Y bien que se le ha visto arropado.
A primera hora de la mañana, el coche oficial con las ventanillas tintadas que trasladaba al "testigo accidental" entraba en la sede judicial. Se impedía de esta manera la esperada foto con la que soñaban cientos de periodistas, la del presidente entrando en la Audiencia Nacional entre gritos de "no hay pan para tanto chorizo" y "Mariano dimisión". Una vez dentro de la sala, hasta la escenografía estaba sutilmente estudiada. Ni un solo cabo suelto. Rajoy se sentaba al lado del tribunal, bien amparado como poder institucional que es, y lejos del inquisitivo fiscal y de los fastidiosos abogados. El principio de equidistancia procesal saltaba por los aires. Minutos después, un Rajoy fresco como una lechuga atravesaba la sala de vistas con paso seguro y ligero, braceando mecánicamente, como si estuviera en una de sus carrerillas matutinas al trote cochinero. Ha tomado asiento cómodamente, ha guiñado el ojo varias veces, con ese tic nervioso tan característico suyo que le sale en los momentos tensos, cuando la mentira y la verdad se entremezclan de una forma peligrosa, y se ha puesto a dar rítmicos golpecitos en la mesa con las yemas de los dedos, tratando de aparentar normalidad, como si estuviera en una reunión de amigos más que en un juzgado penal. Sin duda, su intención era convertir su declaración judicial en un acto político, aunque no le ha salido bien la jugada.
Abría fuego el abogado de ADADE, José Mariano Benítez de Lugo, que ejerce la acusación popular en el caso Gurtel: "¿Conocía usted la existencia de la caja B del partido?". "Mi función es política, no me dedico a cuestiones de contabilidad", responde el gobernante gallego con cierta arrogancia. Y es ahí cuando el magistrado presidente, Ángel Hurtado, el hombre que desde el principio se había opuesto a que Rajoy diera explicaciones sobre la trama corrupta Gurtel y su relación con la caja B del PP, ha echado el primer capote al presidente. "No voy a permitir preguntas que no tengan que ver con este caso". La primera en la frente. Helado silencio entre los letrados. Estaba claro que Hurtado tomaba las riendas del interrogatorio con mano de hierro. No estaba dispuesto a que la cosa se le fuera de las manos. Y a partir de ahí se terminó la espontaneidad, la libertad para preguntar, las cuestiones espinosas, las trampas dialécticas y la posibilidad de que Rajoy metiera la pata en algún punto escabroso. Todo lo interesante que podía tener la declaración ha sido debidamente allanado, liquidado desde el primer momento. Cualquier pregunta de los abogados sobre la financiación del partido era impertinente. Cualquier cuestión sobre las competencias del presidente en la contabilidad B de Génova era oportunamente rechazada o ya había sido contestada antes o pertenecía a otro sumario y a otro juicio que no venía a cuento. Rajoy podía respirar tranquilo. Estaba claro que no iba a tener que sufrir demasiado. A partir de ese momento, el líder del PP se lo ha tomado con más calma y hasta se ha permitido tirar de su célebre retranca gallega en varias ocasiones. "Yo no llevo la llave del partido ni estaba en la puerta; yo soy el presidente y me dedico a la política", ha bromeado con jactancia. Hasta que ha llegado el momento más delicado de la mañana, cuando ha tenido que explicar si fue la Gurtel o el partido quién sufragó sus vacaciones en Canarias con la familia. "Lo pagó mi partido hasta donde yo sepa. Pero no soy yo el que busca la agencia de viajes, ni el que saca los billetes de avión y no compruebo cada factura porque entonces tengo un problema. Hago cien viajes cada semestre", ha dicho algo trémulo y acorralado por primera vez.
Por lo demás, lo previsible. El manual del amnésico que no se acuerda de nada o del ignorante que no se enteraba de lo que sucedía a su alrededor. ¿No se enteraba o se hacía el tonto? Por supuesto, no sabía que en su partido y en las localidades gobernadas por el PP corría el dinero negro a espuertas ("yo no puedo saber lo que pasa en 8.000 ayuntamientos"); tampoco conocía a Francisco Correa, el cerebro de la trama corrupta que pasaba más horas haciendo negocios en Génova que en su propia casa ("alguna vez lo he saludado"); y rotundamente nunca ha recibido sobresueldos de los empresarios paganinis del PP. Ha tenido que reconocer que al tesorero del partido, Luis Bárcenas, tras ser cazado por la Guardia Civil, le permitieron seguir usando el coche oficial y hasta un cuarto para que pudiera meter sus cajas comprometedoras como bombas de relojería. Y cuando se percató de que Correa y su grupo eran unos corruptos, cuando comprobó que municipios como Arganda y Majadahonda estaban hasta arriba de basura, dio órdenes a  Esperanza Aguirre para que lo investigara y "tomase o no tomase las decisiones justas y convenientes". "Le dije que se ocupara del asunto y viera qué había ocurrido", apostilló. Sobre Alvaro Pérez El Bigotes, el amiguito del alma del presidente valenciano Francisco Camps, Rajoy ha dicho que no lo conoce de nada, aunque "en algunos actos de campaña sí lo he visto" y haya viajado con él a Argentina y Uruguay. "No es imposible que lo conozca, pero no me acuerdo". A Pablo Crespo, otro de los jefes de la mafia, sí lo trataba porque "era de Pontevedra". En cualquier caso, "yo no conozco a todas las personas que trabajan en el partido como no conozco a todas las personas que trabajan en Moncloa". Más surrealismo gallego.
Al presidente le pareció "lógico y honesto" decir que en los papeles de Bárcenas todo lo referido a él era falso, "salvo alguna cosa", ya que jamás recibió sobresueldos en B. No sabe nada de las acciones de Libertad Digital compradas con dinero negro, no sabe nada de la reforma de la sede del partido sufragada con fraude a Hacienda, y por supuesto tampoco sabe nada de las cuentas en Suiza en las que Bárcenas enlataba el dinero de las comisiones. "No sé nada de esas cuentas ni de ese asunto", ha afirmado cuando ya solo echaba balones fuera. "¿Entonces, por qué aparece su nombre en primer lugar en la lista de pagos en B a altos cargos del PP", se le pregunta. Y otro decepcionante "no lo sé".
Y así fue transcurriendo el acto. Si la pregunta era arriesgada recurría al consabido no me consta o no me acuerdo; si la cuestión era peliaguda no sabía de cuentas, solo de política. Hasta que ha llegado el segundo momento comprometido, cuando ha tenido que reconocer que envió el famoso SMS al tesorero Bárcenas, esa frase bochornosa que le acompañará siempre como una mancha indeleble.  Ha sido Wilfredo Jurado, abogado del PSOE, quien le ha preguntado sobre el famoso mensaje, el "Luis sé fuerte, hacemos lo que podemos", que envió al contable cuando se destapó el pastel y el tesorero purgaba en la cárcel los pecados de todo el partido. "Pues significa eso, que hacemos lo que podemos, no podíamos hacer nada que perjudicara al proceso. Respondí a los mensajes de Bárcenas porque tengo por costumbre contestar". Un presidente educado hasta con los delincuentes. Como tiene que ser.
En general, los abogados están disgustados porque el presidente del tribunal les ha cortado las alas durante todo el interrogatorio. "¿Si no podemos preguntarle por las cuestiones económicas, qué hemos venido a hacer aquí?", se preguntan ante la máquina del café.  Pablo Iglesias y Pedro Sánchez reclaman la dimisión del jefe del ejecutivo. "España no se merece esta vergüenza", dice el líder de Podemos. "Solo le queda una salida honorable: que presente su dimisión ante el rey esta misma mañana", asegura el secretario general del PSOE. En el PP, sin embargo, no se dan por aludidos. Es más: están satisfechos. Creen que Rajoy ha salido airoso del envite. Ya se prepara la formidable maquinaria del partido para sacar réditos políticos de lo que ha sucedido esta mañana en la Audiencia Nacional. El PP sería capaz de rentabilizar el hundimiento del Titanic, si fuera preciso. La consigna a partir de ahora: proyectar la imagen de un hombre sincero que siempre dice la verdad, hasta en sede judicial y pese a que arrastra un carromato de detritus. Lástima que el escándalo sea tan mayúsculo que ya nadie se crea las mentiras del presidente. Ni siquiera él mismo se las cree ya.

Viñeta: Iñaki y Frenchy

sábado, 22 de julio de 2017

EL COCINERO POP

(Publicado en Revista Gurb el 21 de julio de 2017)

Cocineros estrella, restaurantes como lujosos palacios de la ópera, programas de cocina, alimentos ecológicos, libros especializados, ríos de tinta sobre el tema… Ya todo es gastronomía, una especie de religión que en los últimos años se ha extendido por el mundo. Mikel López Iturriaga (Bilbao, 1967) se ha dedicado profesionalmente no solo a crear nuevos platos sino a estudiar el fenómeno. Desde que empezó con su blog El Comidista, hace nueve años, su fama como semiótico de las recetas no ha parado de crecer. "Ha habido una época de muchos fuegos artificiales en la cocina, mucha ostentación, mucho sitio que iba de vanguardia pero al final no había nada debajo y era todo puro postureo", asegura. La burbuja no solo ha sido inmobiliaria, sino que llegó también a nuestros mesones, y hoy asistimos a una legión de supuestos chefs que de cocineros no tienen más que el gorro, el cucharón y el delantal. "Sí, es cierto, hay mucho bar Manolo que va de restaurante de cinco estrellas". España es país de mitos culinarios, como eso de que aquí siempre se come bueno y barato o que la comida rápida es mala para la salud. "Yo es que estoy en contra de esa equiparación sistemática que se hace entre comida rápida y comida basura. Eso nos lo tenemos que sacar de la cabeza; hay mucha cocina rápida que es cocina muy buena y muy saludable", afirma. Pero metámonos en harinas con El Comidista, el creador de la "cocina pop", a quien por cierto veremos muy pronto entre fogones en un programa de La  Sexta. Pues buen provecho.

Entrevista completa en Revista Gurb

EL CAZADOR CAZADO



(Publicado en Revista Gurb el 19 de julio de 2017)

Un tiro en el pecho, una escopeta redentora todavía humeante, la soledad inmensa e inculta de un coto de caza bajo el sol sahariano del infierno cordobés. Eso es todo lo que queda de Miguel Blesa. La última escena sangrienta de su vida parece sacada, como una metáfora perfecta, de aquella película de Carlos Saura sobre la sordidez humana, el miedo y la muerte. La caza. Blesa vivió por y para la caza. La caza del dinero, la caza del rico contra el pobre, la caza del hombre contra el animal y al final, en un acto desesperado lleno de remordimientos, la caza de uno contra sí mismo. Dicen que andaba bajo de moral, deprimido, que le faltaba valor para afrontar los juicios, la deshonra, la cárcel que le esperaba como una amante paciente para que rindiera cuentas por todos sus desmanes. Muchas más razones para suicidarse tenían aquellos que lo perdieron todo por sus estafas y sus mafias, y ahí siguen, al pie del cañón, sobreviviendo como valientes. No, el suicidio no es ninguna deshonra siempre que se haga por honor y dignidad, no por cobardía, no por escapar cobardemente de una mancha indeleble que no se borrará nunca, ni siquiera con la muerte. Muchos de los más grandes se quitaron de en medio con la violencia. Sócrates tomó la cicuta para demostrar que era inocente; Hemingway recurrió a la escopeta porque odiaba lo humano en todas sus dimensiones; Larra lo hizo por amor, o por España, como dicen ahora sus herederos. "Uno no se mata por el amor de una mujer. Uno se mata porque cualquier amor nos desvela nuestra desnudez, nuestra miseria, nuestro desamparo, la nada", dijo el gran Pavese, otro suicidado. Blesa no lo hizo por una buena causa; ni siquiera debía leer poesía. Blesa solo leía números endemoniados, extractos bancarios, querellas y denuncias de la UCO. Y así le fue. Un hombre necesita la magia de los libros para no volverse loco.
Ahora, con el cadáver de Blesa en el Anatómico Forense, la culpa será de los periodistas que lo acosaban, de los jueces, de la gente que reclamaba legalmente su dinero. Ahora llegarán las condolencias hipócritas del partido por un hecho tan luctuoso, la consternación sobreactuada, que si fue un gran hombre, que si era una lumbrera de nuestro tiempo que hizo mucho por el país y por la banca, mayormente por la banca. En realidad Blesa no fue más que otro enfermo del dinero, la gran plaga de nuestro tiempo. En el Romanticismo se pegaban un tiro por amor o por tuberculosis, ahora lo hacen porque sube la prima de riesgo. Gente como Blesa, con sus vicios y costumbres ególatras, arrastraron al mundo a la crisis de 2008, causando la mayor depresión desde el crack del 29. Fue el símbolo de lo peor del sistema financiero. Los Madoff, los Blesa, los Rato y tantos otros terroristas financieros disfrazados de hombres buenos y decentes son los que convierten el mundo en un vertedero de miserias, en un infierno de injusticias para la inmensa mayoría. Blesa, con su timo redondo de las preferentes, con su atraco perfecto, en plan Kubrick, pasará a la historia por haber arruinado a familias enteras, trabajadores, ancianos y enfermos de alzheimer. Deja mansiones, fincas, coches, caballos, un imperio arruinado por las deudas, las fianzas, el polvo y la hiedra trepadora de la vergüenza que se lo come todo. También deja amigos poderosos como Aznar, esos que son muy fieles en el colegio pero dan la espalda cuando uno cae en desgracia. A Blesa siempre lo recordaremos con sus gafas oscuras para pasar de incógnito, desorientado, temblando de miedo y escoltado por la Policía mientras una turba de preferentistas cabreados lo perseguía por la calle tras zarandearlo y machacarlo a cartelazo limpio. Tener que andar perdiendo el culo por las esquinas para que no te cace la muchedumbre indignada no debe ser plato de buen gusto si has bebido el champán más caro del universo en diamantinos rascacielos como cumbres de oro. A Blesa lo recordaremos huyendo de sus clientes encarnados en demonios justicieros y también empuñando la escopeta de caza criminal y aplastando con su bota embarrada de infamia a los elefantes, leones y rinocerontes que se llevó por delante, bellos ejemplares que tuvieron la desgracia de tropezarse con el depredador insaciable. Porque Blesa, no lo olvidemos, no solo cazaba animales. También cazaba personas y donde ponía el ojo, donde ponía la mira telescópica de su rifle implacable, ponía la bala de la preferente letal para cualquier pobre diablo. Pocos llorarán su muerte y muchos se alegrarán de ella. Es el destino fatal que le espera a todo aquel que eleva el dinero a los altares, convirtiéndolo en su único dios y señor. Es el final trágico que aguarda a todo Fausto que vende su alma a Mefistófeles por una mala comisión o una vulgar black. Blesa, con su tiro loco en el pecho que no lleva a ninguna parte más que al callejón sin salida de la muerte, ha entrado hoy en el poblado panteón de inmolados de este país trágico llamado España que también se suicida cada cuarenta años. Lo único malo del caso es que ya no podrá hacerse Justicia. Al menos en este mundo.

Viñeta: Igepzio

EL VILLARATO DERROCADO



(Publicado en Revista Gurb el 21 de julio de 2017)

La noticia de la detención del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, debe hacernos reflexionar seriamente sobre la turbia sordidez que se mueve en no pocas ocasiones alrededor del negocio del deporte rey. En los últimos años han salido a la luz escándalos poco edificantes, como varios casos de amaño de partidos y algunos fraudes fiscales millonarios que han salpicado a grandes estrellas de la Liga española, como Messi, Cristiano Ronaldo o Neymar. El último en ingresar en la nómina de ilustres encarcelados ha sido el todopoderoso Villar, el hombre que llevaba la friolera de casi 30 años al frente de la Federación. Mientras la Guardia Civil termina de reunir todas las pruebas para acusarlo de desviar fondos procedentes de partidos internacionales amistosos de la Selección Española –al menos los organizados contra Chile, Venezuela y Corea– hacia la empresa de su hijo Gorka, no estaría de más que los partidos políticos empezaran a plantearse una nueva ley del deporte que impidiera manejar dinero público con la alegría y la impunidad de la que este señor hacía gala. Nadie se explica cómo el máximo responsable de una institución del prestigio internacional de la RFEF ha podido hacer y deshacer a su antojo durante casi tres décadas. ¿Dónde estaba el Gobierno cuando miles de entradas eran revendidas favoreciéndose el más descarado y lucrativo de los clientelismos familiares? ¿Dónde estaban los auditores de cuentas, el Consejo Superior de Deportes y el Ministerio de Cultura? Y sobre todo, ¿cómo pudo ser que una partida presupuestaria que en principio debía ir destinada a ayudar a niños de países del tercer mundo como Haití se haya perdido por el camino, sin dejar ni rastro, y sin que nadie sepa qué es lo que ha pasado? Por tanto, luz y taquígrafos también en el deporte, eso es lo que se reclama con urgencia.
Pero paralelamente a la detención de Villar surge una pregunta inevitable que afecta a los medios de comunicación de este país: ¿cómo un sujeto de esa calaña ha podido mantenerse en el poder durante casi tres décadas sin que nadie le plantara cara? España es un país donde el fútbol levanta más pasiones que cualquier otra cosa en el mundo. El diario más leído es el Marca, se dedican horas de radio y televisión a los partidos y a todo lo que los rodea y batallones de periodistas deportivos nos cuentan el último dolor de muelas de la estrellita de turno. Hay voceros, jugones, chiringuitos y tertulias a todas horas. Y resulta que ningún reportero, salvo alguna honrosa excepción que fue sutilmente depurada, supo ver que Villar era un presunto corrupto. La profesión periodística debería hacer una profunda reflexión. Viajar en el mismo avión que los directivos, comer con ellos en la misma mesa Michelin, reírles las gracias y tratarlos con una reverencia excesiva y por momentos estomagante conlleva estas cosas. Conlleva que al final el corrupto se sienta impune, intocable, por encima del bien y del mal. Y termine creyéndose la estrella del partido.
Resulta más que evidente que los numerosos mecanismos de control y fiscalización que deberían haber velado por la limpieza en el fútbol han fallado estrepitosamente y llegados a este punto cabría preguntarse si ha sido por negligencia de los funcionarios que no han cumplido con su deber, por desidia o porque había más personas interesadas en que Ángel María Villar sacara tajada con los bolos de la Roja por todo el mundo. Los agentes de la UCO tratarán de averiguar si la responsabilidad alcanza a la Administración estatal y autonómica pero mientras tanto el Parlamento debería tomar cartas en el asunto y empezar a diseñar ya, con urgencia, un nuevo marco legal que garantice la transparencia de nuestras federaciones olímpicas. Durante demasiado tiempo hemos visto cómo las federaciones de algunas modalidades deportivas se convertían en auténticas covachuelas de dirigentes llegados del mundo de la empresa cuyo único objetivo era medrar, conseguir fama y notoriedad y sacar la mayor tajada económica posible del deporte. Dietas, viajes, hoteles de lujo y fiestas han sido costeados con demasiada ligereza, y con cargo a los presupuestos generales del Estado, es decir, con cargo al dinero de todos los ciudadanos, en numerosas ocasiones. Todo eso debe terminarse cuanto antes. Cada céntimo que salga del Estado para favorecer el desarrollo de la cantera en las diferentes disciplinas deportivas debe ser acreditado. Cada inversión que se realice en escuelas, estadios, infraestructuras deportivas, becas y salarios de los profesionales debe ser examinada con lupa. Los años locos en los que el dinero fluía sin control desde el mundo inmobiliario al mundo del deporte se han acabado. Y los feudos oscurantistas donde los directivos tomaban decisiones libérrimas, a su antojo, como caciques deportivos, deben ser eliminados, tal como toca en un país que se pretende moderno y avanzado. Lo que hoy ha pasado en la Federación Española de Fútbol podría estar pasando también en otras federaciones y nuestro país, que en los últimos tiempos se ha destacado por sus grandes éxitos deportivos, no puede permitirse tirar por la borda el buen trabajo de tantos años. Si queremos que la gallina de los huevos de oro siga dando deportistas de la talla de Rafa Nadal, Pau Gasol, Gemma Mengual, Ruth Beitia o Fernando Alonso debemos diseñar una eficaz política deportiva donde el dinero público que se invierte en los planes depotivos y en el fomento de la cantera no pueda ser malversado o despilfarrado sin que nadie lo sepa o algo todavía peor: mientras los responsables de ejercer el control miran para otro lado.


El pasado mes de mayo, el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Ramón Lete, invitó a los grupos parlamentarios a respaldar iniciativas para impulsar el crecimiento del deporte, así como a luchar contra el dopaje, la violencia, el racismo y los amaños de partidos, y anunció la elaboración de una nueva ley sobre la materia. Esta propuesta, de ser cabal y sincera, no un mero brindis al sol, como suele suceder siempre que el PP toma la iniciativa, no debería caer en saco roto. Esa reforma quedará en papel mojado si las instituciones deportivas, las respectivas federaciones, no se implican a fondo en aportar ideas para que la transparencia y las buenas prácticas de los directivos sean una realidad. Ha llegado el momento de que la Fiscalía, la Justicia y la Inspección de Hacienda entren en los vestuarios, en las oficinas de los clubes y en los estadios, ya que es la única manera de que la competición no se vea seriamente adulterada. La limpieza es fundamentale en el deporte. Sin fair play, el deporte, una de las pocas cosas que aún genera ideales enriquecedores y nobles referentes para los chavales y las nuevas generaciones (al margen de las trapacerías injustificables que puedan cometer grandes estrellas como Messi o Ronaldo) está condenado a enfangarse, como le ha sucedido a la política, y a perderse sin remedio. Ahí están los casos de dopaje en el ciclismo que han puesto a este deporte al borde de su liquidación.
La marca España ha sufrido un daño irreparable con los numerosos casos de corrupción que han estallado en la última década y no podemos permitirnos el lujo de que las corruptelas lleguen también a la cancha de fútbol, a la de baloncesto o a la pista de tenis. Villar, un abogado mediocre cuyo mayor logro profesional ha sido ser capitán del Athletic Club de Bilbao en sus tiempos mozos y que ni siquiera sabe pronunciar correctamente la palabra fútbol (siempre suelta “furbol” en un ejercicio intolerable de paletismo futbolero) nos ha estado tomando el pelo a los españoles durante casi treinta años, toda una dictadura pseudofranquista. Ha llegado la hora, por tanto, de decirle a este señor que se vaya a su casa a preparar su defensa y a rendir cuentas con la Justicia, previo paso por el módulo de preventivos de Soto del Real.  Y que deje que la afición siga cantando los goles de Iniesta con la pasión e inocencia de siempre, sin que nada ni nadie pueda contaminar esa ilusión.

Viñetas: Becs / El Petardo

LA DAMA DEL BRITANIA

(Publicado en Revista Gurb el 7 de julio de 2017)

La vida de Carla Antonelli (Güímar, Tenerife, 1959) ha sido todo menos un camino de color de rosas. Hoy la actriz es diputada autonómica por el PSOE en la Asamblea de Madrid y su decisiva labor como activista por los derechos de las personas transexuales –que incluso ha contribuido a la aprobación de las recientes leyes de igualdad–, es reconocida en todos los ámbitos políticos y sociales. Lástima que no siempre fuese así. Carla aún recuerda los años duros de la Transición, su juventud traumatizada y reprimida, los cotilleos e insultos de la gente ignorante del pueblo, de donde tuvo que salir cierto día porque el ambiente era "irrespirable". Atrás quedan los años oscuros donde tuvo que ganarse la vida como bailaria de la sala Britania, las palizas de la Policía y el miedo a la "Secreta", la sombra amenazante del calabozo en la Dirección General de Seguridad. "Ya estaréis contentos maricones, ya tenéis democracia", le espetó un policía aquel verano del 77, cuando tras cuarenta años de dictadura dejaron votar al pueblo. "Al final aprendes a sobrevivir, aprendes que sistemáticamente te conviertes en una persona resiliente, conviertes lo negativo en positivo. Si no, ¿de qué íbamos a estar aquí? Nos hubiéramos quedado por el camino como desgraciadamente le ocurrió a tantísimas personas transexuales y homosexuales víctimas de la oscuridad, de las drogas, de la marginalidad, víctimas de los suicidios, de la incomprensión, del desarraigo familiar y el rechazo social". Esos dos millones de personas que se echaron a la calle el pasado sábado para cantar, bailar y disfrutar en absoluta libertad durante el Día del Orgullo se lo deben a gente como Carla, personas que sufrieron la más cruel incompresión, la intolerancia y los prejuicios de una sociedad pacata, hipócrita y retrógrada hoy felizmente superada.  Hasta su pueblo natal, ese que un día la obligó a marcharse por su condición de transexual, le ha dado ahora una medalla. Ironías de la vida.

Entrevista completa en Revista Gurb

EL PP ROSA

(Publicado en Revista Gurb el 7 de julio de 2017)

Fue un día para la historia, el día que España entera salió del armario, por fin, en una especie de gran exorcismo tribal y colectivo. El arco iris cubrió el país de norte a sur, Grande Marlaska nos contó su represión juvenil, Paco Clavel (ya sin lechugas en la cabeza y sin perchas en las solapas) resucitó de entre los muertos de los ochenta y La Sexta retransmitió íntegramente el World Pride, doce horas en riguroso directo, ríos de carne humana exultante, carrozas, látex, cuero, redecillas, morreos de tornillo, cachondeo y libertad, mucha libertad. Si Rouco Varela, Reig Pla y los de Hazte Oír lo vieron por la tele tragaron saliva sin duda. Y de pronto, sin que nadie supiera cómo ni por qué, allí estaban ellos, Javier Maroto, Borja Sémper y Andrea Levy, los chicos progres del PP, sí, ese mismo partido que en su día se opuso al divorcio, al aborto, al condón, al matrimonio entre personas del mismo sexo, a tantas cosas y derechos que ahora disfrutamos los españoles. El trío calavera se plantó en la cabeza de la manifa, agarrándose al arco iris como si se tratara de la mismísima rojigualda, soltando consignas por los derechos de los homosexuales, lesbianas y transexuales, cantando el ‘A quién le importa lo que yo haga’, por Alaska, y bailando la conga y el trenecito como si les fuera la vida en ello.
Uno tenía que frotarse los ojos para comprobar que no estaba soñando al ver a aquellos cachorrillos descarriados de la derechona patria hablando del amor libre, filosofando sobre los derechos cívicos como avezados activistas de la causa rosa, jurando por los huesos de Federico que ellos habían estado allí siempre, en el bando de los buenos, codo con codo con los apestados. Quién nos lo iba a decir, las buenas gentes de la moral y el orden del partido españolazo disertando como jipis, como peligrosos gurús de la contracultura gay. Maroto estaba entregado, solo le faltó quitarse el Lacoste y rociarse el torso (depilado por supuesto) con aceite de Chueca para parecer más sensible que nadie; Sémper se enfundó una camiseta gótica comprada en el Rastro esa misma mañana y la Levy estaba tan lanzada que parecía Lady Gaga. Los modernos del PP, el mismo partido heredero del glorioso Movimiento Nacional que hasta hace un cuarto de hora perseguía maricones enemigos de la viril raza española y los encerraba en lóbregas cárceles de por vida. Y allá que se fueron los tres, al Orgullo, a darlo todo, descocados, decididos a abjurar de una vez por todas de la cultura macho que les contamina la sangre, dispuestos a entregar todo el arsenal ideológico del cuarentañismo, en plan ETA, o sea el crucifijo lacerante, el yugo y las flechas y el rancio manual falangista que aún desempolvan de cuando en cuando.
Los chicos progres del PP pretenden convencernos ahora de que ellos son civilizados, la derecha racional, cuerda, centrada, nada que ver con el súperhetero y sobrehormonado Rafa Hernando, que como uno de esos mariachis mejicanos cualquier día se pasa de macho y se nos mete en la cabalgata, en plan Priscilla del Desierto, como una reinona más. Quieren hacernos tragar que el pasado ya es pasado, que la Dirección General de Seguridad era un parque infantil, que la Ley de Peligrosidad Social fue solo un mito y Billy El Niño una leyenda urbana de la Transición. Ellos, los del PP rosa, quieren vendernos ahora lo que no fue: Rajoy nunca dijo aquello de que el matrimonio homosexual era una manía de Zapatero para parecer más moderno, Aznar jamás soltó que la unión entre personas del mismo sexo no puede ser llamada matrimonio porque eso ofende a la población y Ana Botella nunca hizo florilegios semánticos imposibles con las peras y las manzanas.
¿Pero cómo pasar página ante tanta represión y tanto dolor sin que hayan pedido perdón? ¿Cómo olvidar que cuando los homosexuales eran perseguidos, marginados y encarcelados como peligrosos maleantes ellos guardaban cómplice silencio? ¿Cómo creerlos cuando para algunos obispos de la Iglesia española los homosexuales y transexuales aún son un grupo de tarados, enfermos y desviados? "Las fotos están muy bien pero tienen que ir acompañadas de leyes de igualdad", me dice Carla Antonelli, la Juana de Arco del movimiento LGTBI español que en los setenta tuvo que salir de su pueblo con una mano delante y otra detrás porque sus paisanos y la Secreta la corrían a hostias.
El facherío hispano se viste de pluma, se maquilla con impostora purpurina y se sube a las plataformas, pero los lobos con piel de cordero siguen siendo lobos. Nos parece bien que salgan por fin del armario y se unan a la marcha, todos revueltos, mestizaje sexual, peras con manzanas, aquello que tanto asco le daba a la Botella. Mejor verlos ahí, detrás de la pancarta, bajo el rutilante arco iris (aunque todavía algo encorsetados, desubicados y fuera de lugar) que empuñando la mala porra policial, metiendo gente en la cárcel y reprimiendo con su moral pacata la libertad de los ciudadanos. Nunca es tarde si la dicha es buena. Si la “picha” es buena, habría que decir, estos días que estamos de fiestón sexual y se permiten todas las licencias. Ya solo les falta dar el último paso y asistir a las manifestaciones por la memoria histórica. Cualquier día hasta condenan el franquismo y cierran el Valle de los Caídos. Poco a poco, no vaya a darles un ictus. Feliz Orgullo gentes de la derecha retrógrada. Bienvenidos por fin a la libertad.

viernes, 21 de julio de 2017

DE TOROS, FÚTBOL Y OTROS FANATISMOS


La decisión del Parlament balear que prohíbe la muerte y el sufrimiento del toro en espectáculos taurinos es, sin duda, un gran paso para erradicar de una vez por todas una fiesta bárbara y primitiva. Mientras en España sigamos permitiendo el mal llamado arte de la tauromaquia, que no es más que un cruel exterminio animal previo pago de entrada, seguiremos siendo un país más africano que europeo. Los taurinos quieren hacernos tragar que todo lo que rodea a los toros es cultura, una especie de extraña metafísica de la capa y la espada. Pero banderillear, lancear y matar toros con saña no es cultura; colocar bolas de fuego en los cuernos de los toros no es cultura; y ver cómo un grupo de paletos embriagados escasos de libros patea y apalea toros en fiestas de pueblo de la España profunda no es ningún tipo de cultura, sino más bien lo contrario. La cultura está en el Quijote, en un poema de Miguel Hernández, en una película de Hitchcock o en una canción de John Lennon que nos eleve el espíritu. Hay cultura en las Pirámides de Egipto, en los relieves del Partenón, en un cuadro de Picasso o de Van Gogh y en la Sagrada Familia. Matar toros a espadazos, tocarse el paquete como un torero macho y salir de una plaza a hombros de cuatro lunáticos no puede ser cultura bajo ningún concepto. O en todo caso será cultura de la violencia, del horror y la sangre. Cultura de la incultura.

Villar ha dormido su primera noche en prisión. Pero ahora surge una pregunta: ¿cómo un sujeto de esa calaña ha podido mantenerse en el poder durante casi tres décadas sin que nadie le plantara cara? España es un país donde el fútbol levanta más pasiones que cualquier otra cosa en el mundo. El diario más leído es el Marca, se dedican horas de radio y televisión a los partidos y a todo lo que los rodean y batallones de periodistas deportivos nos cuentan el último dolor de muelas de la estrellita de turno. Hay voceros, jugones, chiringuitos y tertulias a todas horas. Y resulta que ningún reportero, salvo alguna honrosa excepción que fue sutilmente depurada, supo ver que Villar era un presunto corrupto. La profesión periodística debería hacer una profunda reflexión. Viajar en el mismo avión que los directivos, comer con ellos en la misma mesa Michelin, reírles las gracias y tratarlos con una reverencia excesiva y por momentos estomagante conlleva estas cosas. Conlleva que al final el corrupto se sienta impune, intocable, por encima del bien y del mal. Y termine creyéndose la estrella del partido.

"Cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es casi incurable", decía Voltaire. 'Hazte Oír', una organización que promueve la transfobia intolerante, es un claro ejemplo de gente corriente que se deja corroer las neuronas por la superstición, la religión mal entendida, la neurosis y la sinrazón. El fanatismo del que hablaba Voltaire. Después de fletar aquel autobús que recorrió España de punta a punta para decirle a los españolitos lo que es un pene y lo que es una vulva, por si no lo sabíamos, 'Hazte Oír' ha decidido pasar a la ofensiva aérea. El presidente de la organización, Ignacio Arsuaga, ha anunciado que una avioneta sobrevolará las playas de España para "lanzar un mensaje de libertad" en favor de la educación de los padres y niños frente a la "ley mordaza LGTBI". Poner en el aire una avioneta no resulta precisamente barato, por lo que ya podemos sospechar quién financia a esta gente: elites políticas y religiosas, ultras opusinos con poder suficiente para hacerlo. Así que a partir de ahora, los jóvenes que estén en la playa y aún no tengan clara y definida cuál es su tendencia sexual, tendrán un motivo más de angustia y preocupación: una avioneta que zumbará sobre sus cabezas a todas horas, a modo de nuevo Stuka hitleriano, para recordarles que son unos enfermos o unos vicios o unos pecadores que arderán en el infierno por ser como son. Eslóganes xenófobos como bombas dañinas. Franquismo vintage.

Ilustración: Artsenal 

lunes, 17 de julio de 2017

DE VILLAR, ROMERO Y OTROS ZOMBIS


La detención del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, era algo que se veía venir. El fútbol, ese deporte que arrastra pasiones, domingos de diversión y buenos momentos, también esconde lo más sórdido de la sociedad: ídolos de barro demasiado endiosados que esconden sus millones en paraísos fiscales, violencia gratuita, partidos amañados y directivos de clubes que van por la vida de hombres brillantes y honorables cuando no son más que gañanes sin oficio ni beneficio enriquecidos a costa del ladrillazo del fútbol, una burbuja como otra cualquiera. Eso cuando no pillan a la estrellita de turno haciéndole un dribling a los inspectores de Hacienda. Villar es un personaje de opereta, oscuro y sospechoso, que ha medrado todos estos años (más de treinta, casi una dictadura) sin que hasta ahora nadie haya podido sentarlo en el banquillo, ante un juez, para que explique sus turbios asuntos. Hoy los días de copazos mundiales, dietas de oro entre comilona y comilona y homenajes en la FIFA se han acabado. El Franco del fútbol ha sido derrocado. Y mira que ha costado.

George A. Romero, el creador del cine de zombis con su precursora La noche de los muertos vivientes, falleció ayer a los 77 años víctima de un cáncer. Romero nos puso los pelos de punta con aquella película en blanco y negro de bajo presupuesto que inauguró todo un subgénero de terror. Si los zombis se han convertido hoy en personajes habituales en nuestras vidas es gracias a este cineasta peculiar que supo ver más allá de la metáfora del podrido/resucitado. En la actualidad el muerto viviente es mucho más que un mito del cine, es un personaje real que está en todas partes. Hay políticos que se comportan como zombis, banqueros que entran y salen de los juzgados como zombis, y hasta vecinos y conocidos que suben con nosotros en el ascensor como si de zombis se tratara. El zombi está en todos lados, es como una plaga de la que no podemos escapar y que nos devora las entrañas. Una plaga sin control que va a más. Ya nos lo avisó Romero.

El informe que ha presentado hoy la Comisión Europea es demoledor y desmonta las mentiras del Gobierno respecto a la situación económica real de nuestro país. La tasa de desempleo en España es del 20% -la peor junto a Grecia de toda la zona euro-. El trabajo a tiempo parcial es del 60%, el empleo temporal es el más alto de la UE (10 veces más que en los países avanzados) así como el paro juvenil (que sigue rondando el 40%). Con todo, si los datos económicos son malos, peores aún son los sociales. El porcentaje de población en riesgo de pobreza y marginación sigue subiendo preocupantemente (un 22,3%, cinco puntos por encima de la media de la zona euro) y el índice de desigualdad se situó en el 34,5 en una escala de 0 a 100 (antes de la crisis estaba en el 32). Mientras España se parece cada vez más a un país bananero o africano, Rajoy sigue vendiendo la idea de que estamos en el mayor periodo de crecimiento de toda nuestra historia reciente. O el gallego está ciego o nos está dando el timo del tocomocho.

miércoles, 12 de julio de 2017

DE FROILÁN, TRUMP Y MANUELA CARMENA


El hijo varón de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón, repitió el segundo curso de la ESO. No había manera de que el chico aprobara los exámenes. Finalmente, por fin, y tras "tripitir", Froilán ha aprobado en un exclusivo internado para pjjos repeinados, hijos de millonarios y otras elites de Virginia, eso sí, previo pago de una matrícula de 45.000 euros al año que a buen seguro abonaremos a tocateja todos los españoles. Allí los chicos visten uniforme con chaqueta y corbata desde la hora del desayuno hasta el final de las clases. El centro es algo así como el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería al que acudía Harry Potter, aunque todavía no sabemos hasta dónde llega el talento de Froilán para el ilusionismo y para sacarse títulos nobiliarios y universitarios de la chistera. Mientras el muchacho "apaña" sus notas académicas a golpe de talonario, los hijos de los obreros, muchos de ellos brillantes estudiantes, caen fulminados por el calor de los barracones que hacen las veces de escuelas o tienen que ponerse a trabajar por falta de becas. Una muestra más de la igualdad de oportunidades que nos ofrece nuestra excelsa democracia.

"Me encanta." Así respondió Donald Trump Jr., el hijo del presidente de los Estados Unidos, al ofrecimiento de información sensible sobre Hillary Clinton que le hicieron los espías rusos. Se trata de la evidencia más palpable hasta el momento de los contactos entre el entorno de Trump y el Kremlin para tumbar a su adversaria en la pasada campaña electoral. ¿Se comerá el turrón en la Casa Blanca el magnate del pelo pajizo o saldrá por la puerta de atrás tras un bochornoso impeachment?
 
El PP es un partido avezado en el arte del montajismo. Su formidable maquinaria mediática, cuando se pone a ello, es capaz de destruir a una persona en solo cinco minutos. La última víctima es Manuela Carmena, a la que ahora quieren hacer pasar por una amiga de ETA. Manuela la terrorista, Manuela la simpatizante de ISIS, Manuela la peligrosa chavista que no respeta ni siquiera la memoria de los muertos y a la que hay que abuchear y vilipendiar en público. Precisamente ella, que vivió en primera persona el zarpazo del terrorismo y que siempre luchó por la democracia y los derechos humanos, algo que muchos del PP no pueden decir. El crimen televisado de Miguel Ángel Blanco permanecerá como una sombra negra, indeleble, en la memoria de todos los que lo vivimos en directo. Fue un trauma social, algo nauseabundo, execrable y que nos acompañará mientras vivamos. Pero tratar de hacer política con esto, tratar de sacar réditos electorales de algo así, intentar erosionar la figura pública de una demócrata por los cuatro costados como Manuela Carmena, es algo incalificable que solo puede ser entendido viniendo de un partido que no condena el franquismo, que es capaz de reclamar 2.000 euros en tasas a una anciana por exhumar el cadáver de su padre represaliado y que jugó sin pudor con las víctimas del 11M para intentar ganar tiempo y llevarse las elecciones de 2004. Que no nos den lecciones de demócratas. Miguel Ángel Blanco lo era. No se merece que jueguen así con su nombre.

Mosul ya ha sido liberado pero miles de personas siguen vagando por las calles, sin casa ni alimentos, y los cadáveres permanecen bajo los escombros sin que nadie se preocupe de ellos. El olor a putrefacción inunda toda la ciudad. Las organizaciones humanitarias imploran la ayuda de la comunidad internacional que, como siempre, hace oídos sordos y mira para otro lado.

miércoles, 5 de julio de 2017

ESPAÑA, PAÍS DE ENCHUFADOS, TOREROS Y PIRÓMANOS


España se gasta al año más de 850 millones de euros en pagar a los 20.000 asesores y cargos de "libre designación". Gobierno central, autonómicos e incluso las diputaciones provinciales y los ayuntamientos se reservan el derecho de contratar a personas de su entera confianza: amiguetes, familiares, enchufados, estómagos agradecidos y criados de panllevar. Ninguno de ellos pasa prueba alguna de capacitación profesional o en todo caso esa oposición está debidamente amañada de antemano. Basta con que sepan ponerse de rodillas, babear perrunamente cuando se les muestra el hueso e imitar la voz de su amo. En realidad, el nepotismo es otra forma de corrupción hispánica secular, pero por lo visto aquí todo vale. Así es nuestra mal llamada democracia de la que algunos se jactan.

Gente corriendo delante de una manada de toros, mozos corneados, exaltación del maltrato animal, borrachos tirados en los parques, mujeres agredidas sexualmente, basuras, descontrol... Bienvenidos a los sanfermines, otra fiesta ibérica de esas calificadas como alta expresión cultural. La RAE tendría que empezar a revisar el término cultura para asimilarlo a la extraña idea que de ella tenemos los españoles. Y todo porque Hemingway se corrió unas juergas allí. Un día empitonan a un tonto con la camiseta del Betis, al siguiente la víctima es un absurdo americano que pretendía montar al morlaco, en plan rollo tejano. Un congreso de paletos desdentados podría decirse. Pues nada, a lo loco, que siga la fiesta, que no muera nadie, y que viva San Fermín...
Viñeta: Álex, la mosca cojonera.

Sin una modificación de la Ley de Montes, aprobada en 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy, se seguirán produciendo incendios forestales como el de Doñana cuyo único objetivo es recalificar terrenos para poder construir. Ahora es el momento de pararle los pies a los terroristas ecológicos y si no lo hacemos España seguirá perdiendo masa forestal hasta convertirse en un desértico secarral. Partidos como Podemos están a favor de la reforma; el PP en contra, como siempre. De una manera u otra, esta gente de la derechona siempre se las apaña para ponerse de lado de los intereses más oscuros, de las fuerzas más destructivas, en definitiva de la corrupción.

Viñeta: Becs