jueves, 28 de enero de 2016
DE RAJOY MONSTRUOSO Y EL PARO
El Rey y el ente. Llegado el momento de la próxima ronda de consultas, el Rey recibirá a un presidente Rajoy tan transformado, tan metamorfoseado en otro ser no humano, que será difícil reconocerlo. Estará el líder gallego tan cubierto de mugre, tan tapado por la montaña de desechos, que apenas podrá vérsele la cara, solo le asomarán las gafas entre la masa informe de suciedad. Felipe VI, horrorizado y estupefacto ante la fealdad horrible del ente, le invitará a pasar al salón de audiencias de la Zarzuela y no verá ya en él a una persona, sino a un montón de estiércol pestilente comido por las moscas. El engendro negruzco, churretoso, mugriento, avanzará torpe y lentamente, arrastrando la pesada carga de detritus, hacia el rincón de los tapices reales. El ser irá dejando tras de sí un rastro purulento de inmundicia que ensuciará los pasillos de palacio y allí, junto a los hermosos tapices borbónicos, esbozando una sonrisa grotesca y guiñando el ojo afectado por el tic más agitado de lo normal, alargará la mano pringosa al monarca y le dirá con una voz gutural, monstruosa, una voz de ultratumba que retumbará en todos los muros del castillo, aquello de: "la corrupción del PP es algo aislado, señor, no es algo del partido". De inmediato, la mano de su alteza quedará enguarrada ante la cara de repulsión del Rey y un ejército de mayordomos saldrán con cubos y fregonas de estilo rococó para tratar de limpiar la podredumbre que invadirá todas las estancias de la Zarzuela. Tras la entrevista, el ente inflado de basura le dirá a su majestad que no podrá formar gobierno, y se despedirá de él hasta una nueva ronda de consultas, alejándose pesada y lentamente por los jardines de palacio, que ya no serán de un frescor cristalino, verde y alegre, sino que a su paso quedarán cubiertos por una costra marrón que perdurará durante siglos.
Parados eternos. Leo y escucho que ha bajado el paro unos cuantos decimales más. Es la misma cantinela trimestral con la que nuestro querido Gobierno va componiendo la partitura de esta sinfonía magistral que es su gran mentira económica. Aquí no baja el paro, qué va a bajar, aquí lo único que baja es la esperanza del pueblo que, cansado y harto ya de tanta burocracia inútil, deja de hacer la ruta del Inem peripatético. Aquí lo único que baja es la calidad del empleo digno, bajan los salarios al nivel del esclavismo, baja la ilusión de unos jóvenes con carrera que tienen que hacerse el máster de camarero en Londres, aquí baja la hucha de los jubilados, el anhelo estéril de que el país se arregle, el listón de la ética y la moral de unos políticos que chapotean como cerdos alegres en el fango viscoso de la avaricia. Aquí no baja el paro, qué hostias va a bajar el paro, aquí lo único que se rebaja es la dignidad de unos ciudadanos que no se merecen este atropello constante e histórico. España es el relato de una decadencia continua y este Partido Podrido que nos gobierna, con su canibalismo neoliberal, nos ha llevado de nuevo al XVII, solo que sin un Quevedo para contarlo. Stendhal dijo que España «es el último pueblo con carácter de Europa», y después de que nos lo hayan robado todo, el pan, el dinero, la casa, los ahorros, los colegios y hasta el agua, solo les queda robarnos el carácter. Para dejarnos por fin en pelotas.
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