Reyes a lo loco. Trifulcas políticas, guerras entre partidarios de reyes magos y reinas
magas, alegatos republicanos del Rey Melchor, peperos fundamentalistas
que se rasgan las vestiduras por el atuendo de sus majestades... La
cabalgata de Reyes se ha convertido en un auténtico despelote
surrealista. Mucho más coherente, seria y responsable me parece la
cabalgata del orgullo gay.
Gatillazo literario. Escribir novelas no es como hacer chorizos, por mucho que el mercado
editorial se haya convertido en un Saturno charcutero que devora a sus
hijos. El archifamoso escritor George R.R. Martin, en un ejercicio de
sinceridad descarnada, asegura que no ha sido capaz de cumplir con los
plazos de la nueva entrega de Juego de Tronos. "Mis editores y la
editorial están decepcionados, HBO está decepcionada, mis agentes y
traductores están decepcionados... pero nadie podría estar más
decepcionado que yo. Durante meses solo deseaba poder decir: He
terminado y entregado Vientos de invierno antes del final de 2015.
Pero el libro no está terminado. A veces la escritura va bien y a veces
va mal". No se agobie, señor Martin, más tarde o más temprano a todos
nos llega el gatillazo literario.
La belleza de lo trágico. Hoy han muerto ahogados varios niños cuando trataban de alcanzar
Europa en aguas turcas. La foto de los cadáveres no impresiona tanto
como la del cuerpo del pequeño Aylan inerte en la orilla, y quizá por
eso la noticia no ha tenido tanta repercusión mundial. Más bien ha
pasado desapercibida. Al sensiblero ser humano occidental le conmueve
más la belleza estética de la tragedia que la tragedia en sí misma.
Viñeta: Bohigues
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