(Publicado en Revista Gurb el 23 de septiembre de 2016)
"A la guerra primero vas por aventura o porque estás averiado o en guerra contigo mismo, pero luego te das cuenta de que esa experiencia te está enseñando muchas cosas". Ramón Lobo (Lagunillas, Venezuela, 1955) hace tiempo que ya no frecuenta la guerra. Se lo ha dejado. Y no porque la guerra sea mala para la salud o porque veas morir a otros compañeros de profesión o porque termines con un niño mal herido entre tus brazos sin saber cómo ayudarlo. Simplemente se acabó, fue una etapa de la vida en la que se desayunaba cada día con un bombardeo, un tiroteo en plena calle o una fosa común. Ahora, lejos ya de las balas y de las metrallas morales del alma, se dedica a escribir libros monumentales como Todos náufragos, retrato de una generación marcada por la guerra, la dictadura y la lucha por la libertad, un ensayo en el que, entre otras cosas, ajusta cuentas con los fantasmas del franquismo, entre los que está su padre, excombatiente de la División Azul. "Sí, mi padre, al que yo llamo Generalísimo Lobo, por el juego constante que hago entre él y el habitante de El Pardo. Era una persona muy estricta que no emitía cariño porque consideraba que eso era una debilidad y su única relación conmigo eran las bofetadas y los castigos. Para mí es como si no hubiera tenido padre", asegura. Dice que no echa de menos la acción, ni las trincheras, ni viajar al culo del mundo en busca de una buena historia, porque ahora hace otras cosas interesantes. "Este libro me ha enseñado que el gran reportaje puede ser un camino muy interesante para explorar", dice el periodista, uno de los afectados por la oleada de despidos en El País. Aquel día en que comprobó que en este maldito negocio del periodismo a uno ya no lo miden por lo que vale, sino por lo que cuesta, escribió en su cuenta de Twitter: "Estoy en la lista. Mi perfil digital y mi trayectoria son insuficientes". Croacia, Serbia, Kosovo, Bosnia-Herzegovina, Albania, Chechenia, Irak, Líbano, Argentina, Haití, Ruanda, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Sierra Leona, Uganda, Congo, Zimbabue, Namibia y Filipinas, son solo algunos destinos de una larga lista de países en conflicto en los que el lobo de la prensa española puso su olfato y su genio para convertirlo en crónicas magistrales, piezas antológicas del periodismo español, ese periodismo que hoy, según el reportero, se ha convertido en un "aburrido corta y pega".
Entrevista completa en Revista Gurb
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