domingo, 21 de mayo de 2017

VICTORIAS Y DERROTAS


La victoria de Pedro Sánchez hace justicia. Lo que hicieron en su día los barones del PSOE en el Comité Federal de la vergüenza no solo fue una ignominia y una sucia maniobra política, sino que pasó a la historia como el capítulo más bochornoso de un partido de profundos valores democráticos. Susana Díaz cae derrotada por su autosuficiencia y sus maniobras maquiavélicas. Se abre un resquicio de esperanza para que el PSOE pueda recuperar sus señas de identidad. Sánchez ha demostrado que las bases están con él frente al aparato del partido y los grandes medios de comunicación, que se entregaron sin condiciones a los barones. Habrá que ver qué dicen ahora los que traicionaron a Sánchez por mantener su sillón. Por una vez ha ganado quien tenía que ganar. Un hombre humillado que nunca se rindió y logró la victoria cuando ya lo daban por muerto.

Más allá de debates sobre el futuro del PSOE, más allá de discusiones bizantinas sobre socialismo, economía, Cataluña y bla, bla, bla, lo que demuestra lo de esta mañana en Ferraz es que en ese partido no hay amigos, ni camaradas, ni compañeros o compañeras, solo una cruenta, fratricida y cruda lucha de egos por el poder. El navajeo doméstico ha sido público, notorio y televisado.

Susana Díaz presume de chupa de cuero en alusión a la de Pedro Sánchez: "La mía tiene diez puntos más contra el PP y 20 contra Podemos. Es la que llevaba cuando gané en Andalucía", ha asegurado en el programa de Ana Rosa.

Gana Macron (65 por ciento). Pierde Le Pen (35). Pero la semilla del neofascismo ha calado hondo en la sociedad francesa. Es la última oportunidad para la libertad, la igualdad y la fraternidad. También es la última oportunidad para Europa. Si Macron no consigue resolver la crisis económica, si no da un giro a las políticas de austeridad que machacan a las clases bajas, Le Pen ganará dentro de cuatro años. El "combate político", como ha dicho la líder del Frente Nacional haciendo gala de un lenguaje belicista propio de Hitler, está servido. Hoy es el primer día de la cuenta atrás.

¿Qué tenemos que celebrar hoy, día 1 de mayo, fiesta del trabajo? ¿Que tenemos por Gobierno a una banda organizada que saquea, desvalija y esquilma el dinero del pueblo y de los trabajadores? ¿Que hay un millón y medio de españoles que viven en familias cuyos miembros están todos en el paro? ¿Que nuestros sindicatos ni siquiera se plantean la posibilidad de convocar una gran huelga general para exigir la devolución de todos los derechos laborales que nos han hurtado con la reforma Rajoy? Que el 1 de mayo no quede como una fecha más en el calendario, un puente para irse a la playa o una jornada de folclóricas manifestaciones. Que la izquierda se una y se rearme de verdad, que plante cara de una vez por todas al neoliberalismo criminal que corroe la democracia, que sirva para algo un día en que recordamos a los que en el pasado dieron la vida por defender los derechos humanos.

Traducido al cristiano, lo que viene a decirnos el fiscal Moix es esto: lo que hace daño a la democracia es que os enteréis de cómo se manejan en este país los hilos de la corrupción.

Viñeta: Iñaki y Frenchy

No hay comentarios:

Publicar un comentario