Paquito Granados ha salido del trullo. Vestido con alegre polo color limón y luciendo un bronceado que ni Julio Iglesias, ha dicho que estos dos años en preventivo ha estado "leyendo, haciendo deporte y rezando". No sabemos si los libros y el running le habrán servido de algo, lo que sí parece es que las oraciones y meditaciones en la celda le han servido para bien poco, ya que no solo sale a la calle sin el más mínimo arrepentimiento, sino mintiendo como siempre, inflado de soberbia y clamando a los cuatro vientos que es inocente, la típica cantinela que sueltan todos los presidiarios para defenderse. Lo del altillo lleno de billetes es mentira, lo del dinero y cuentas en el extranjero es mentira, todo mentira. Paquito, anda, no reces tanto, que o Dios no te escucha o eres un caso perdido. Hala, a preparar el sumario del juicio. Que tienes trabajo.
El debate de moción de censura nos deja algunas imágenes para la historia. La consagración definitiva de Irene Montero como musa de la izquierda española, los trabalenguas de un Rajoy acosado por la corrupción que se agarra al cargo como gato panza arriba, el discurso maratoniano de Iglesias, el feroz cara a cara entre el líder de Podemos y Rivera... Y, como siempre, el machismo recalcitrante de un hombre sulfúrico que nunca está a la altura de las circunstancias: el mediocre y pendenciero Rafa Hernando: "Hay quien dice que estuvo mejor la señora Montero que usted (dirigiéndose a Pablo Iglesias), pero no diré yo esto porque si no… No sé qué voy a provocar en esa relación". Una gracieta machista fuera de lugar que no merece mayor comentario. Al final todos creyeron haber ganado con esta moción de censura. En política, el que no se contenta es porque no quiere.
Iglesias y Rivera han bajado al barro. Salen las navajas, lucha de egos. Facha, bolivariano. Cínico, inútil. Analfabeto, soberbio. Perro judío, rojo masón. Una hora de insultos y descalificaciones, una ensalada de odios personales, sectarismo e intransigencia bien aderezada con una pizca de estulticia. Por lo visto se trata de ver quién ha leído más a Camus. Cuánto tiempo perdido. Los del PSOE no han debido ir esta mañana al Congreso porque no se les escucha. Los del PP se frotan las manos y ríen satisfechos, confiados en que la victoria es segura. Los españoles ven la cosa (si es que la ven) como un programa de humor. Si esto era la nueva política se parece bastante a la vieja.
Viñeta: El Koko
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