Llora el planeta. En Sudáfrica han encontrado una orca muerta flotando en el mar. Al abrir
el estómago de este bello animal, uno de los más hermosos del planeta,
han encontrado de todo: envases de yogur, zapatos viejos, una cuerda de
calzado deportivo, envoltorios de sopa instantánea y demás basura
variada, objetos que los turistas arrojaban al mar y que el desesperado
animal había ingerido, probablemente por hambre. Los últimos estudios
con resonancias magnéticas revelan cosas sorprendentes sobre
el cerebro de este maravilloso mamífero marino: tiene un gran intelecto
y habilidades de comunicación desconocidas hasta hoy. Piensan y tienen
sentimientos. En el último día del año, cuando estamos a punto de
empezar una nueva etapa de nuestras azarosa vidas, las ballenas lloran
por la destrucción del planeta. Nosotros, los humanos, parece que no.
Feliz Año Nuevo a todos, amigos. Y suerte, que la vamos a necesitar.
Mordidas al tres por ciento. Según el juez, los Pujol, más que una familia, formaban una "organización criminal".
Flamante pobreza. El Gobierno sube 6,48 euros el salario mínimo interprofesional (los 48
céntimos son muy importantes) o sea poco más de un euro y medio a la
semana. ¿Y qué hacemos ahora con semejante capitalazo? ¿invertirlo en
Bolsa? ¿comprar preferentes y acciones? ¿meterlo en una cuenta en Suiza?
¿abrir una black? Habrá que buscarse un asesor fiscal porque uno con
tanto dinero no puede...
La barrila del 'proces'. Alguien tendría que decir que la CUP ya no es un partido antisistema, si
es que alguna vez lo fue. Podrá ser anticapitalista, troskista,
marxista y leninista, pero de ninguna de las maneras antisistema, puesto
que ya participan con todas las de la ley en las instituciones
establecidas, hasta el punto de que sus propios líderes se están
planteando investir presidente a Artur Mas, que es el sistema por
antonomasia. De modo que el discursito de que son la disidencia, la
contracorriente, la revolución y demás mamandurrias que lo vayan
cambiando, porque ya no cuela, por mucho que levanten el puño, se pongan
la camiseta con la estrella roja y se claven un piercing en la boca.
Viñeta: Igepzio
jueves, 31 de diciembre de 2015
domingo, 20 de diciembre de 2015
LA FIESTA DE LA DEMOCRACIA
20D. Se suele decir que hoy es el día de la fiesta de la democracia. Pero yo a las fiestas voy alegre y contento, con una botella de vino en una mano y la otra bien dispuesta a estrecharla a mis amigos. No. Hoy no estoy para fiestas. Hoy es el día en que me acercaré a las urnas a votar con rabia, a alzar mi voz contra un Gobierno de mafiosos que durante los últimos cuatro años, los más largos y duros de mi vida, no ha hecho otra cosa que putearnos y destrozarnos la existencia. Yo no sé ustedes, pero para mí hoy no es un domingo de fiesta. Es un día de ira contenida, de pacífico ajuste de cuentas, de vendetta justa y necesaria. Así que, amigos, a votar.
Ciudadanos. Albert Rivera asegura que si no gana las elecciones se abstendrá y facilitará que gobierne la lista más votada, o sea Rajoy. Este hombre repite una y otra vez que no es de derechas y se esfuerza por aparentar una ideología moderna y europea y defiende el centro y bla, bla, bla. Lo que sucede es que siempre, de un modo o de otro, ya sea cuando se pone a hablar del contrato único que deja en pelotas al trabajador, de la violencia machista y de otros asuntos siempre acaba aflorándole el demonio que lleva dentro. Vamos, que la cabra tira al monte.
Gana el PP. Ha sido una amarga victoria de la derecha. Rajoy tendrá que negociar, que es lo que más odia del mundo; Pedro Sánchez tendrá que contar con Podemos, que tampoco es plato de buen gusto para él; Ciudadanos se desinfla. Solo Iglesias, al convertirse en llave de gobierno, sale reforzado.
Ingobernabilidad. Más vale un mal gobierno que no tener gobierno.
Viñeta: Igepzio
viernes, 18 de diciembre de 2015
EL HOSTIÓN
Golpe a la urnas. Nada justifica la violencia. Nada. La democracia es confrontación de ideas de forma pacífica y respeto al adversario político. Volver a la ley de la jungla es retroceder miles de años hasta la barbarie y la sinrazón. La agresión que ha sufrido Mariano Rajoy esta tarde no debe quedar impune. Ya se ha detenido al autor del golpe. Ahora que actúe la Justicia. Y el domingo que hablen las urnas.
El fascismo que no cesa. El gobierno ultraconservador y xenófobo de Dinamarca (Partido Popular Danés, DF) requisará todos los objetos de valor a inmigrantes y refugiados cuando entren en el país como forma de costear los gastos de estancia, mayormente en Sanidad y servicios sociales. Solo se les permitirá conservar aquellas cosas que sean necesarias para llevar una "vida modesta", como una mínima cantidad de dinero para sobrevivir, el teléfono móvil y aquellos enseres que tengan un valor sentimental, como una alianza matrimonial. Si ésta es la Europa nazi que estamos construyendo, a uno le entran ganas de dejar de ser europeo y hacerse nepalí.
Rajoy intelectual. ¡Atención, paren rotativas! El Mariano confiesa en un test en Cuatro que su serie favorita es... "la de Luján Argüelles, que no es serie, es un programa, pero está muy bien".
Face to face. ¿Qué esperaba Rajoy, que Pedro Sánchez le pusiera una alfombra roja en el debate cara a cara? Que un presidente califique de ciudadano ejemplar a un defraudador como Carlos Fabra es indecente; que escriba un SMS de apoyo a un evasor de capitales como Bárcenas es indecente; que mire para otro lado y deje hacer mientras barones de su partido se llevan mordidas de púnicos y gurtelianos es indecente. Sí, señor Rajoy, si no le gusta escucharlo tápese sus oídos gallegos o vuelva a meterse en el plasma, pero su forma de hacer política es indecente.
Imagen: Portada del diario ABC
martes, 15 de diciembre de 2015
DE RAJOY EL INDECENTE, LA ESPAÑA ABORREGADA Y PARÍS
Indecencias. ¿Qué esperaba Rajoy, que Pedro Sánchez le pusiera una alfombra roja en
el debate cara a cara? Que un presidente califique de ciudadano ejemplar
a un defraudador como Carlos Fabra es indecente; que escriba un SMS de
apoyo a un evasor de capitales como Bárcenas es indecente; que mire para
otro lado y deje hacer mientras barones de su partido se llevan
mordidas de púnicos y gurtelianos es indecente. Sí, señor Rajoy, si no
le gusta escucharlo tápese sus oídos gallegos o vuelva a meterse en el
plasma, pero su forma de hacer política es indecente.
España aborregada. Da miedo pensar que el PP, el partido de la corrupción y los escándalos, pueda lograr un 29 por ciento de los votos, siendo la primera fuerza política como auguran muchas encuestas. Pero más miedo aún produce pensar a dónde podrían llegar los populares si no estuviera Ciudadanos para comerle parte de la tostada. ¿Al 40 por ciento de los sufragios? ¿A la mayoría superabsoluta? Es evidente que en España la corrupción no pasa factura. El bipartidismo se ha roto, claro que se ha roto. Solo que ahora rige un unipartidismo corrupto que cada vez se parece más a aquel movimiento nacional de infausto recuerdo que pensionaba y mantenía a unos cuantos millones de estómagos agradecidos y faltos de toda ética.
Salvemos la Tierra. Los titulares de hoy venden la idea engañosa de que la Tierra está salvada por el acuerdo climático de París que reduce las emisiones contaminantes. Pero no es la Tierra la que se salva en realidad, la Tierra tiene miles de millones de años por delante para depurar toda la basura que dejemos, para regenerarse y volver a ser el planeta limpio y azul que fue antes de que llegáramos los humanos. El protocolo de París no salva a la Tierra de nada, la Tierra seguirá ahí en un futuro muy lejano, cuando nosotros nos hayamos extinguido y no seamos más que fósiles impresos en piedra, como los dinosaurios. Entonces llegarán nuevas especies que poblarán la Tierra, como ha sucedido en otras épocas geológicas, porque la vida es pertinaz, siempre se abre camino. En todo caso, el acuerdo de París, si salva a alguien, es al propio homo sapiens y a las demás especies animales y vegetales del planeta que han tenido el infortunio de coincidir en el tiempo con ese bípedo estúpido y violento.
Viñeta: Iñaki y Frenchy
España aborregada. Da miedo pensar que el PP, el partido de la corrupción y los escándalos, pueda lograr un 29 por ciento de los votos, siendo la primera fuerza política como auguran muchas encuestas. Pero más miedo aún produce pensar a dónde podrían llegar los populares si no estuviera Ciudadanos para comerle parte de la tostada. ¿Al 40 por ciento de los sufragios? ¿A la mayoría superabsoluta? Es evidente que en España la corrupción no pasa factura. El bipartidismo se ha roto, claro que se ha roto. Solo que ahora rige un unipartidismo corrupto que cada vez se parece más a aquel movimiento nacional de infausto recuerdo que pensionaba y mantenía a unos cuantos millones de estómagos agradecidos y faltos de toda ética.
Salvemos la Tierra. Los titulares de hoy venden la idea engañosa de que la Tierra está salvada por el acuerdo climático de París que reduce las emisiones contaminantes. Pero no es la Tierra la que se salva en realidad, la Tierra tiene miles de millones de años por delante para depurar toda la basura que dejemos, para regenerarse y volver a ser el planeta limpio y azul que fue antes de que llegáramos los humanos. El protocolo de París no salva a la Tierra de nada, la Tierra seguirá ahí en un futuro muy lejano, cuando nosotros nos hayamos extinguido y no seamos más que fósiles impresos en piedra, como los dinosaurios. Entonces llegarán nuevas especies que poblarán la Tierra, como ha sucedido en otras épocas geológicas, porque la vida es pertinaz, siempre se abre camino. En todo caso, el acuerdo de París, si salva a alguien, es al propio homo sapiens y a las demás especies animales y vegetales del planeta que han tenido el infortunio de coincidir en el tiempo con ese bípedo estúpido y violento.
Viñeta: Iñaki y Frenchy
domingo, 13 de diciembre de 2015
DEL PATRIOTISMO DE LLAVERO, PEDRO SÁNCHEZ Y EL COREANITO ÉSE
Patriotismo de llavero. Resulta ciertamente sonrojante escuchar a Mariano Rajoy, el señor de los
sobres, el que llamó ciudadano ejemplar a Carlos Fabra y el del 'Luis
sé fuerte', dar lecciones de patriotismo altruista al recordar a los
policías muertos en Kabul. En el PP hay mucho patriota de pacotilla que
se le llena la boca de españolismo cuando conviene, pero que tiene todo
el dinero en Suiza.
Qué tiempo tan feliz. Mariano con María Teresa en una entrevista a cara de perro, a corazón abierto, a calzón quitado. Lástima que la entrevista sea grabada y la Campos no pueda preguntarle por el atentado de Kabul. Para una vez que el presidente sale del plasma...
Sí se puede. Manuela Carmena reduce un 19,1 por ciento la deuda de Madrid en el tercer trimestre del año (400 millones de euros) y haciendo políticas sociales. ¿Cómo se come eso? ¿Quizás robando menos de lo que se estaba robando?
Un periodista con mucho caché. Nacho Villa se gastó 136.000 euros de la televisión manchega con su VISA opaca. Yeeepa. Este sí que era un tarjetero y no el árbitro del Barsa-Madrí.
Más Mariano. Rajoy asegura que no sabe nada del caso Arístegui ni de los sobornos por medio mundo. Rajoy nunca se entera de nada, nunca sabe nada, nunca responde por nada. La pregunta es: ¿para qué queremos un presidente así? Además, dice que confía en la inocencia de Pedro Gómez de la Serna, el otro implicado. Así que del Luis sé fuerte hemos pasado al Pedro sé fuerte. En eso se resume esta legislatura infame.
Lo del PSOE. Pedro Sánchez se está equivocando de rival. Su objetivo debería ser Rajoy no Pablo Iglesias. Pero parece que se ha resignado
a no ganar las elecciones y a pelearse por las migajillas del poder. Ya ejerce de segundón. Por mucho que se desgañite en los mitines, por gritar más, no va a conseguir más votos. Mientras tanto el tapado Rivera sigue amasando gloria en la sombra.
El coreanito y su misil. El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, afirma por primera vez que posee la bomba de hidrógeno. Ya tiene su peligroso juguete el angelito.
Viñeta: El Koko Parrilla
Qué tiempo tan feliz. Mariano con María Teresa en una entrevista a cara de perro, a corazón abierto, a calzón quitado. Lástima que la entrevista sea grabada y la Campos no pueda preguntarle por el atentado de Kabul. Para una vez que el presidente sale del plasma...
Sí se puede. Manuela Carmena reduce un 19,1 por ciento la deuda de Madrid en el tercer trimestre del año (400 millones de euros) y haciendo políticas sociales. ¿Cómo se come eso? ¿Quizás robando menos de lo que se estaba robando?
Un periodista con mucho caché. Nacho Villa se gastó 136.000 euros de la televisión manchega con su VISA opaca. Yeeepa. Este sí que era un tarjetero y no el árbitro del Barsa-Madrí.
Más Mariano. Rajoy asegura que no sabe nada del caso Arístegui ni de los sobornos por medio mundo. Rajoy nunca se entera de nada, nunca sabe nada, nunca responde por nada. La pregunta es: ¿para qué queremos un presidente así? Además, dice que confía en la inocencia de Pedro Gómez de la Serna, el otro implicado. Así que del Luis sé fuerte hemos pasado al Pedro sé fuerte. En eso se resume esta legislatura infame.
Lo del PSOE. Pedro Sánchez se está equivocando de rival. Su objetivo debería ser Rajoy no Pablo Iglesias. Pero parece que se ha resignado
a no ganar las elecciones y a pelearse por las migajillas del poder. Ya ejerce de segundón. Por mucho que se desgañite en los mitines, por gritar más, no va a conseguir más votos. Mientras tanto el tapado Rivera sigue amasando gloria en la sombra.
El coreanito y su misil. El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, afirma por primera vez que posee la bomba de hidrógeno. Ya tiene su peligroso juguete el angelito.
Viñeta: El Koko Parrilla
viernes, 11 de diciembre de 2015
EL OTRO LADO DE LA REALIDAD
¿Qué es la materia, cómo se forma? ¿Qué es eso que llamamos realidad y que nos envuelve cada día, como un sueño, sin saber muy bien qué sentido tiene? De alguna manera, cuando tocamos una piedra, una flor o un perro no sabemos a ciencia cierta qué es lo que estamos palpando porque a nivel profundo, cuántico, a nivel de las partículas elementales, todo son enigmas por resolver. La materia conocida supone poco más del 4 por ciento de todo lo que existe en el Universo. El resto, la energía oscura y la materia oscura, es un misterio totalmente desconocido para el ser humano. De manera que vivimos en medio de un mundo incomprensible con las actuales leyes de la física, un cosmos que nos oculta secretos increíbles y fascinantes. Partículas que están en dos sitios a la vez, teletransportación cuántica, universos paralelos, dimensiones enrolladas en lo más profundo de la materia, cosas como de ciencia ficción. Enrique Fernández Sánchez (Sietes, Asturias, 1948) se dedica a estudiar estos asuntos. Catedrático de Física Atómica Molecular y Nuclear en la Universidad Autónoma de Barcelona y director del Instituto de Física de Altas Energías (IFAE) de la Generalitat de Cataluña, desde 1999 es miembro de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Ha trabajado en el CERN, el célebre colisionador de hadrones, donde ha sido testigo del hallazgo físico más importante de los últimos años: el descubrimiento del bosón de Higgs, esa partícula elemental que puede ser el origen de la masa, de la materia, de todo lo que nos rodea. "Sabemos muy poco sobre lo que es la materia. Es una situación inaudita, nunca a lo largo de la historia del hombre hemos sido tan conscientes de nuestra ignorancia. El hallazgo del bosón de Higgs, la llamada 'partícula de Dios', es un paso más en nuestro conocimiento", asegura. En los próximos años el principal reto será averiguar qué es la energía oscura, algo que tiene obsesionados a los cientíticos de todo el mundo. "De lo primero que tenemos que cerciorarnos es que realmente está ahí esa energía oscura, que existe y es responsable de la expansión del Universo y de su aceleración, que es el hecho experimental que vemos". El gran misterio que el ser humano aún no ha conseguido resolver es saber qué demonios es eso que llamamos la realidad. Quizá algún día, cuando completemos el puzle de la física cuántica, cuando llegemos a tocar el corazón mismo de la materia, esa partícula infinitesimal más allá de la cual ya no hay nada, nos demos cuenta de que todo tiene un sentido. O quizá no.
Entrevista completa en Revista Gurb
miércoles, 9 de diciembre de 2015
DE LE PEN, RAJOY JUGADOR DE FUTBOLÍN Y EL "PRUSÉS"
Le Pen arrasa. Francia camina hacia el fascismo, Venezuela hacia la democracia formal. Y
así se escribe la historia del ser humano, no con trazos lineales
dirigidos por un orden causal, sino con constantes idas y venidas, con
vaivenes y baches fortuitos, sin ninguna lógica aparente, un juego
disparatado en el que no somos más que marionetas en manos del destino y
del azar.
Aburrimiento. Rajoy es ese presidente que puede estar horas y horas parloteando sin decir nada. Ese es el secreto de su éxito. No convence, pero vence a las masas por cansancio, por agotamiento, por extenuación. Es capaz de llevar al sopor a millones de personas en un programa de máxima audiencia. Al final uno lo deja por imposible y cambia de canal. Es como ese vecino del quinto con el que no quieres tropezarte porque su retórica es aplastantemente anestésica. Rajoy no es brillante, no cautiva a nadie, no conmueve ni ilusiona. Su estilo es decimonónico, antiguo, gris. Pero posee un arma mortífera contra la que no se puede luchar: el aburrimiento.
Ella. Por acción o por omisión de Rajoy (más bien por dimisión) Soraya ya ejerce de presidenta.
Poses electorales. Mariano Rajoy jugando al futbolín con Bertín Osborne en el comedor de un casoplón de señorito. Qué gran retrato de la España esencial, caciquil y casposa de toda la vida.
Íñigo baby face ¿Y si Errejón fuera nuestro hombre, quiero decir, nuestro niño/hombre?
El más rico del mundo mundial. Zuckerberg celebra el nacimiento de su hija donando 42.000 millones de euros a obras de caridad. Eso sí es una fiesta familiar en condiciones y no las que se montaba Ana Mato a costa del confeti público.
La izquierda. Pedro Sánchez se está equivocando de rival. Su objetivo debería ser Rajoy no Pablo Iglesias. Pero parece que se ha resignado a no ganar las elecciones y a pelearse por las migajillas del poder. Ya ejerce de segundón. Por mucho que se desgañite en los mitines, por gritar más, no va a conseguir más votos. Mientras tanto el tapado Rivera sigue amasando gloria en la sombra.
Mariano, de campaña en el hogar del pensionista. Para jugarse un chamelo con los jubilados de Olmedo, siempre hay tiempo; para los debates de televisión ya tal...
Arte sacro. Cecilia, la restauradora del Ecce Homo de Borja, asegura que no pudo soportar la presión mediática y cayó "muy malita". Las mieles del éxito, otro juguete roto.
Un estadista de talla mundial. Mariano Rajoy en 'El partido de las doce': "Un gobierno no puede resolver todos los problemas de España". Fin de la cita.
Tropas en Siria. Hollande, Obama, Putin, medio mundo esperando una respuesta de Mariano y Mariano ni está ni se le espera. ¿Dónde estás Mariano? Where is Mariano? Quo vadis Mariano? Cri, cri, cri...
Catalonia a la deriva. Mas y Romeva insisten en que la hoja de ruta sigue adelante, sin el más mínimo atisbo de autocrítica. Les da igual haber perdido el plebiscito, les da igual no haber llegado al 50 por ciento de los votos. Qué más da excluir a la mitad de la población catalana de su paraíso terrenal. Qué más da fundar un Estado dividido y fracturado. Lo importante es seguir adelante con el delirio, adelante, adelante, hasta el descalabro final...
Viñeta: Becs
Aburrimiento. Rajoy es ese presidente que puede estar horas y horas parloteando sin decir nada. Ese es el secreto de su éxito. No convence, pero vence a las masas por cansancio, por agotamiento, por extenuación. Es capaz de llevar al sopor a millones de personas en un programa de máxima audiencia. Al final uno lo deja por imposible y cambia de canal. Es como ese vecino del quinto con el que no quieres tropezarte porque su retórica es aplastantemente anestésica. Rajoy no es brillante, no cautiva a nadie, no conmueve ni ilusiona. Su estilo es decimonónico, antiguo, gris. Pero posee un arma mortífera contra la que no se puede luchar: el aburrimiento.
Ella. Por acción o por omisión de Rajoy (más bien por dimisión) Soraya ya ejerce de presidenta.
Poses electorales. Mariano Rajoy jugando al futbolín con Bertín Osborne en el comedor de un casoplón de señorito. Qué gran retrato de la España esencial, caciquil y casposa de toda la vida.
Íñigo baby face ¿Y si Errejón fuera nuestro hombre, quiero decir, nuestro niño/hombre?
El más rico del mundo mundial. Zuckerberg celebra el nacimiento de su hija donando 42.000 millones de euros a obras de caridad. Eso sí es una fiesta familiar en condiciones y no las que se montaba Ana Mato a costa del confeti público.
La izquierda. Pedro Sánchez se está equivocando de rival. Su objetivo debería ser Rajoy no Pablo Iglesias. Pero parece que se ha resignado a no ganar las elecciones y a pelearse por las migajillas del poder. Ya ejerce de segundón. Por mucho que se desgañite en los mitines, por gritar más, no va a conseguir más votos. Mientras tanto el tapado Rivera sigue amasando gloria en la sombra.
Mariano, de campaña en el hogar del pensionista. Para jugarse un chamelo con los jubilados de Olmedo, siempre hay tiempo; para los debates de televisión ya tal...
Arte sacro. Cecilia, la restauradora del Ecce Homo de Borja, asegura que no pudo soportar la presión mediática y cayó "muy malita". Las mieles del éxito, otro juguete roto.
Un estadista de talla mundial. Mariano Rajoy en 'El partido de las doce': "Un gobierno no puede resolver todos los problemas de España". Fin de la cita.
Tropas en Siria. Hollande, Obama, Putin, medio mundo esperando una respuesta de Mariano y Mariano ni está ni se le espera. ¿Dónde estás Mariano? Where is Mariano? Quo vadis Mariano? Cri, cri, cri...
Catalonia a la deriva. Mas y Romeva insisten en que la hoja de ruta sigue adelante, sin el más mínimo atisbo de autocrítica. Les da igual haber perdido el plebiscito, les da igual no haber llegado al 50 por ciento de los votos. Qué más da excluir a la mitad de la población catalana de su paraíso terrenal. Qué más da fundar un Estado dividido y fracturado. Lo importante es seguir adelante con el delirio, adelante, adelante, hasta el descalabro final...
Viñeta: Becs
domingo, 29 de noviembre de 2015
EL INFIERNO DE DAESH
(Publicado en Revista Gurb el 27 de noviembre de 2015)
El fantasma del Daesh, ese grupo armado
con nombre de matarratas que se ha puesto tristemente de moda, recorre
las calles limpias de Europa, como una plaga egipcia, en un nuevo remake
de la guerra eterna entre Oriente y Occidente. Primero fueron las
batallas entre griegos y persas, luego las Cruzadas entre moros y
cristianos (de las que hoy solo nos quedan las fiestas de Alcoi) el
imperio otomano contra Cervantes, Jomeini contra el Satán americano, Bin
Laden contra la minifalda y la carne de cerdo. Desde el origen mismo de
los tiempos, ambos mundos, ambas civilizaciones, han estado pugnando
por dominar el planeta con cualquier excusa religiosa, económica o
política. Darío quiso imponer la seda y la alfombra persa en Atenas como
Bush hijo quiso imponer un McDonald’s en la plaza principal de Bagdad.
No es que el hombre haya inventado la guerra es que la guerra ha
inventado al hombre y ese conflicto alcanza su máxima expresión en el
enfrentamiento Oriente/Occidente, que es la madre de todas las batallas,
como dijo Sadam, aquel del mostacho militar que tenía váter con
grifería de oro y que salió con el rabo entre las piernas, desierto
abajo, en cuanto vio asomar por la Meca a los marines de USA. Oriente y
Occidente siempre estuvieron en guerra pero esto del Daesh y del
terrorismo genocida de alta intensidad es mucho más que la eterna
refriega barriobajera entre dos civilizaciones opuestas. Esto no es una
guerra de religión, como quieren hacernos creer, sino un mundo en
absoluta implosión, un nuevo desorden mundial emergido tras la guerra
fría y la caída del muro, un sindiós sin pies ni cabeza que nadie
entiende ya y que no obedece a lógica alguna. Los hambrientos de Yemen,
Mali y Libia enrolándose por miles en la guerra santa; los drones del
Pentágono matando niños sirios quirúrgicamente; Europa dándole el
portazo en las narices a los pobres refugiados; los traficantes de armas
repartiendo kalashnikovs como peladillas en los zocos de Trípoli,
Beirut y Ramala; las multinacionales comprando el petróleo barato de los
yihadistas; la CIA entrenando hombres bomba; USA contra Al Assad,
Turquía contra Rusia y viceversa, Israel contra Irán, y en ese plan.
Esto es la guerra de todos contra todos, la última y gran barbarie que
espera el momento de poner la guinda nuclear y mandarnos a todos al
carajo. Ya no hay una lógica militar, ni geoestratégica, ni política, ni
nada, solo la locura de un mundo enfermo de capitalismo donde un cinco
por ciento de familias ricas deciden el hambre del resto de la humanidad
pobre.
A uno no le extraña que ni Rajoy ni
Sánchez le hayan dicho todavía a Hollande: ahí tiene usted, monsieur,
dos mil infantes españolazos dispuestos a morir por nada y por la
France. Ninguno está para guerras, vistos los índices de popularidad.
Rajoy solo piensa en sentarse en el programa otoñal de María Teresa
Campos para ganarse el voto jubilata y Sánchez mantendrá un duelo macho
con Bertín Osborne. La guerra ya no se juega en los campos de batalla ni
en las trincheras de ninguna parte, sino en todos sitios, mayormente en
los despachos rococós de Wall Street. Los yihadistas que han matado
toneladas de cuerpos inocentes en Bataclan son solo la consecuencia
directa de los macabros y turbios negocios de unos pocos, los mismos que
arruinan países con el canguelo de la prima de riesgo, los mismos que
montan crisis mundiales y condenan a la miseria a millones de personas.
Ellos, las estirpes financieras del planeta, son quienes han engendrado
al monstruo execrable del Daesh, Isis, Estado Islámico, Al Qaeda, Boko
Haram o como demonios quiera llamarse esta hidra de mil cabezas creada
por nosotros mismos que nos contagia ahora con la peste del miedo. La
bella París tomada por broncos militares, Bruselas en estado de sitio,
Madrid en alerta, todo el mundo pendiente del siguiente bombazo, sin
salir a la calle, metido en la seguridad falsa de nuestras casas, el
último refugio ficticio que puede saltar por los aires en cuanto al
vecino del quinto le dé por apretarse un poco más el cinturón bomba. En
eso nos han metido, en una guerra extraña e invisible para beneficio de
cuatro oligarquías de mierda que sacan tajada con el negocio de las
armas y el petróleo. El mundo se ha convertido en un enloquecido tablero
de ajedrez, solo que ya no hay cuadros blancos y negros perfectamente
geometrizados sino cuadros de todos los colores y tamaños y más de mil
ejércitos delirantes comiéndose piezas sin sentido en un juego
surrealista, macabro, sanguinario. Por supuesto que tenemos que
defendernos de los exterminadores de Daesh que nos sonríen y nos dan los
buenos días por la mañana, afablemente, mientras por la noche nos
rematan como chinches en las terrazas de los bares. Por supuesto que
tenemos que enviar cazas, portaaviones y lo que haga falta a Siria para
acabar con las hienas asesinas que se revuelven contra papá Occidente.
Con gente que quiere inmolarse e irse al paraíso para cuadrarse delante
de Alá lo mejor que se puede hacer es agilizarles el viaje, darles
pasaporte en un misilazo low cost. Pero la necesidad de aplastar a la
bestia no debe impedirnos ver y entender la verdad: que durante un
tiempo, cuando éramos fríos e insensibles, cuando no teníamos miedo y
vivíamos felices en la gran orgía de Occidente, nosotros mismos dimos de
comer al monstruo.
Viñeta: El Koko Parrilla
DELIRIO Y PAN TUMACA
(Publicado en Revista Gurb el 13 de noviembre de 2015)
Decía Tarradellas que en política se
puede hacer de todo menos el ridículo. Y eso es precisamente lo que está
haciendo la muchachada de Junts Pel Sí tras su declaración unilateral
de independencia delirante, extraviada, surrealista. Un ridículo
espantoso, un ridículo de tamaño mundial. Fue una sesión parlamentaria
cargada de afectada solemnidad con muchas cortinas rojas y arcos
góticos, mucha retórica perfumada de patrioterismo barato y mucha
exaltación de la bandera inventada, de las gestas de Sant Jordi y de los
dragones medievales. Pero en realidad, detrás de toda la parafernalia y
el boato, detrás de la puesta en escena y el estribillo machacón de Els
Segadors, no había más que una promesa imposible, una gran ficción, una
gran opereta digna del Liceu. Allí estaban todos, en el noble
Parlament, retratados como autores del ansiado e imposible españicidio:
el patético Mas, un presidente sin presidencia que anda llorando por las
esquinas para que le quieran y le den unos votillos de investidura;
Romeva proclamando la República independiente de su casa, como en el
anuncio malo de Ikea; y el ingenioso y estudiantil Baños, el de la CUP,
chaleco apolillado de lana y gafitas intelectuales de profesor
troskista, invocando la roja revolución, la lucha de clases, el
anticapitalismo antisistema y toda la milonga marxista en la que nadie
cree a estas alturas, salvo los nostálgicos de la URSS, y ni esos ya.
Solo faltaban Piqué y Dani Alves paseándose por el hemiciclo con las
caretas de Halloweeen y asustando al personal al grito de uh, uh, uh
para darle aún más color a la narcótica velada surrealista. No olvidemos
que el surrealismo es algo muy catalán desde que Dalí puso de moda la
cosa, solo que Dalí no tomaba drogas, él era la droga, cómo él mismo
decía, y no se chutaba, mientras que estos soberanistas van siempre
ebrios de catalanismo y muy puestos de patriotismo.
Así que con tanta reunión furtiva, con
tanta conspiración en la sombra, no solo han perdido la memoria de la
Historia, sino también el juicio, y persisten en llevar al pueblo
catalán a la desobediencia civil, que es tanto como llevarlo a la
anarquía y al desastre. Pretenden que los mossos de esquadra dejen de
aplicar el código penal, que los funcionarios se hagan insumisos, que
los jueces apliquen el fuero medieval, que los ciudadanos dejen de pagar
impuestos y pongan la pela en la hucha de la independencia. El
Constitucional les ha advertido que van camino de delitos muy graves.
Desobediencia, sedición, traición al Estado, cosillas sin importancia.
Pero les da igual, se sienten cómodos en su victimismo milenario,
mártires de la causa, héroes de la patria delirante. Mientras exista
España ellos tendrán una buena razón para llorar. Ya sueñan con ser
entrullados en Alcalá Meco (ellos preferían Carabanchel, que es donde
iban los presos políticos y tenía más caché, pero la demolieron) y poder
contar a sus nietos la batallita de que el malvado y pérfido Estado
español les tenía manía. ¿Pero de qué higuera se han caído estos tíos?
¿De qué fiesta rave han salido? Alguien debería decirles que estamos en
pleno siglo XXI, que la gente, hasta los más independentistas, antes que
un Estado propio prefiere una nómina a final de mes para no terminar en
la calle o en pobres energéticos. La gente quiere buenas escuelas,
buenos hospitales, buenos servicios públicos. Trabajo y un apartamento
en Marina D’Or. Todo eso que Mas, el Mas independentista que ninguno, no
ha sabido o no ha querido darle a su pueblo en estos años de convulsa
legislatura. Porque, no lo olvidemos nunca, el molt honorable pertenece a
la elite privilegiada, a la burguesía pudiente de Canaletas, a la
derecha catalana de toda la vida, esa derecha que tradicionalmente
pierde el culo para llamar a la Guardia Civil cuando estalla una
revuelta de obreros en la fábrica. March puso todo su dinero en las
manos de Franco y Mas ha puesto todo el dinero de los catalanes en las
manos del clan Pujol, para que esté a buen recaudo en el extranjero. El
president ha dejado los Paísos hechos unos zorros a fuerza de recortes y
latrocinios al 3 por ciento y ahora que toda la pela está ya en las
cuentas ferrusolianas de Andorra, se envuelve en la estelada, más
rebelde y airado que ninguno, puño en alto como un antisistema más,
gritándole a los catalanes aquello de que España les roba. Eso ya no
cuela, señor Mas, le ha dicho Inés Arrimadas, esa ninfa españolaza tan
bella y elegante como venenosa que hace babear a sus señorías cuando
enfila la pasarela camino del estrado del Parlament. Mas se ha hecho
independentista de la noche a la mañana, como si le hubieran dado un
batido de cornezuelo y hubiera quedado súbitamente embrujado por los
cuperos de Baños, aunque en el fondo todo el mundo sabe que su
enfermedad no se llama España, sino Banca Catalana. Cuentan en Barcelona
que algunos conselleres en cap, señores todos ellos muy burgueses y de
muy buena posición y reputación, están hasta la barretina de las locas
aventuras del Rey Arturo y sus locos caballeros de los huevos cuadrados
de Esquerra. Algunos barones de Convergencia ya se le han encampanado
porque no están dispuestos a firmar la desobediencia y la anarquía y
mucho menos un multazo del Constitucional, porque podrán ser
independentistas pero no tontos y la pela es la pela. Faltaría más,
ellos que son gentes de dinero y convergentes de orden de toda la vida.
Hasta el Financial Times tilda ya la independencia de gran estupidez que
puede terminar con la Freixenet en Rumanía y el pan tumaca en la ruina.
Cataluña arde por los cuatro costados mientras los chicos de Esquerra
andan todo el rato con el puño levantado y el disco rayado de que tienen
un mandato del pueblo. ¿Pero qué mandato ni qué demonios? ¿Saltar al
precipicio con una venda en los ojos, ése es el mandato? Un desvarío, un
desquicie, un sainete vodevilesco, en eso ha quedado el ‘prusés’
catalán. Querían liquidar España en cinco minutos para irse corriendo al
Camp Nou a aplaudir los goles de Leo Messi y gritar Catalonia is Not
Spain pero a este paso van a terminar liquidando la propia Cataluña.
Tenían mucha prisa por construir un país en un cuarto de hora, con la
mitad del pueblo catalán de su parte y la otra mitad enterrada en un
gulag charnego. No fotis noi.
Viñeta: El Koko Parrilla
viernes, 13 de noviembre de 2015
EL ECO DE LA CUEVA
Desde su descubrimiento en 1976, el yacimiento de Atapuerca en Burgos se ha convertido en el gran santuario de la evolución humana en nuestro país y uno de los más importantes del mundo. Bajo el subsuelo de la Sima de los Huesos, la Sima del Elefante y la Gran Dolina se han hallado miles de restos humanos fósiles, algunos con una antigüedad próxima al millón de años y en unas condiciones de conservación casi perfectas para el estudio paleontológico. Esqueletos completos, cráneos, dientes, mandíbulas y piezas anatómicas de todo tipo, así como numerosos restos fósiles de animales y plantas que son de gran utilidad a la hora de determinar el contexto y la datación, han sido desenterrados durante cuatro décadas de excavaciones minuciosas y complejas. El principal descubrimiento, la joya de la corona de Atapuerca, es el Homo antecessor, un homínido que si hoy caminara por la calle, como un humano más, no nos resultaría un ser demasiado extraño. Su complexión recia y elevada estatura (podía medir más de un metro setenta y seis) su rostro moderno y su no escasa inteligencia le permitirían mezclarse entre nosotros, sin llamar mucho la atención ni levantar sospechas, en el metro o en cualquier centro comercial. José María Bermúdez de Castro (Madrid, 1952) es uno de los tres codirectores del yacimiento, junto a Juan Luis Arsuaga y Eudald Carbonell, la tríada mítica de la ciencia evolutiva española. Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1997, Bermúdez de Castro cree que en los próximos cinco años los arqueólogos que trabajan en el yacimiento de la Gran Dolina sacarán a la luz al menos “un millar de huesos más”, una cantidad de restos fósiles de la que sin duda saldrán nuevos y sorprendentes descubrimientos sobre la evolución humana. "En este momento Homo antecessor podría ser un buen candidato o una buena candidata como especie a ser el ancestro común de los neandertales y las poblaciones modernas. Eso ya no lo estamos diciendo nosotros, lo están diciendo otros colegas de gran prestigio de todo el mundo", asegura. Hoy Atapuerca no solo es una hermosa odisea científica que demuestra lo mucho que ha avanzado la paleoantropología en nuestro país en los últimos años, sino un pozo de grandes secretos que nos va descubriendo, poco a poco, cómo éramos hace un millón de años, cuando decidimos romper el yugo de la naturaleza y dominar la Tierra. Hoy Revista Gurb desciende a los orígenes más remotos de la vida, a los albores de la humanidad.
Entrevista completa en Revista Gurb
sábado, 31 de octubre de 2015
LA REVOLUCIÓN DEL CUARTO DE HORA
(Publicado en Revista Gurb el 30 de octubre de 2015)
En los tiempos revueltos que corren, las
revoluciones duran lo que dura un pitillo. Hace apenas un par de meses,
Podemos era una férrea apisonadora que lo arrasaba todo a su paso y
Pablo Iglesias buscaba armarios de Ikea para amueblarse la Moncloa. El
bipartidismo estaba destrozado, herido de muerte; el sistema hacía aguas
por todas partes y ya se hablaba de abolir la Constitución y de mandar a
los reyes a tomar las aguas de París; Rajoy estaba noqueado y soltaba
incoherencias purulentas como la niña del exorcista; y Pedro Sánchez
andaba como alma en pena por los pasillos de Ferraz, como un dependiente
del Corte Inglés al que acabaran de despedir por sosainas. Estábamos a
las puertas de una revolución silenciosa, imparable, de un vuelco
político sin precedentes. Hoy, a falta de solo dos meses para las
elecciones, con Cataluña a punto de romper con España, el PP vuelve a
recuperar puntos en las encuestas, el PSOE se afianza en la oposición y
un partido de laboratorio que se llama Ciudadanos y que no sabemos muy
bien a qué juega pero que tiene toda la pinta de ser más de lo mismo, se
convierte en la clave de la gobernabilidad de España. Rajoy se
encuentra a gusto en su miasma de mentiras económicas y en esta nueva
cruzada contra los que quieren romper la sagrada unidad de España hasta
Pedro Sánchez le ha puesto el PSOE a su servicio y a los pies de su
señora. Cambian los vientos, cambian las tornas.
La justa revolución de los indignados,
de la famélica legión, lamentablemente ha durado cuatro telediarios, y
ni siquiera eso, cuatro tertulias coñazo de la Sexta con Inda y
Marhuenda, tendríamos que decir para ser exactos. Las encuestas dan un
resultado aterrador para Podemos con un pírrico 13 por ciento de los
votos, una representación casi testimonial que es la misma que tenía
Izquierda Unida, de modo que solo le hemos cambiado el collar al perro.
Las promesas de cambio, la ilusión por un futuro mejor para este país,
la revolución de los parias, se ha desinflado a la griega, como se ha
desinflado el propio Pablo Iglesias, que dice estar cansado antes de
haber empezado a jugar el partido. Si a CR7 se le ocurre decir eso antes
de jugar el derby contra el Barsa lo echan a patadas del Bernabeu.
Flaco favor le ha hecho Iglesias a la causa mostrando sus debilidades a
Risto Mejide, ese Mefistófeles con gafas de ciego que bendice y arruina
las vidas ajenas postrado en su tranquilo sofá. Un caudillo como
Iglesias que da síntomas de cansancio condena a su tropa a la
desmoralización, al abandono, a la derrota. Y en esas estamos, vuelta
otra vez a la pesadilla del bipartidismo, solo que ya no es
bipartidismo, sino tripartidismo, que todo cambie para todo siga igual,
como en un regreso al pasado, o al futuro, ahora que está de moda la
película por el aniversario del que todo el mundo habla. ¿Qué error ha
cometido la izquierda? ¿Por qué todo se ha venido abajo como un mal
cupcake de programa yanqui de cocina? ¿Por qué ha fracasado un
movimiento ciudadano noble, digno y necesario antes de que el juez de
carrera diera el pistoletazo de salida? Porque, una vez más, se ha
impuesto la maquinaria aplastante de la derecha, las formas sobre el
fondo, las retóricas sobre las ideas, las propagandas sobre las
realidades. En el fondo no es más que la política que inventaron los
sofistas griegos allá por el siglo V antes de Cristo y que por lo visto
sigue funcionando como un reloj suizo. El PP lleva años aplicando ese
manual milenario a rajatabla. Nunca reconocer errores propios ni hacer
autocrítica; siempre negar la corrupción, que es cosa del loco Bárcenas
que pasaba por allí; hacer piña, prietas las filas aunque se aireen las
trifulcas entre sorayos y margallistas; mantener siempre el mismo
discurso, como un disco rayado, como una letanía que va cuajando en las
mentes de los ciudadanos, poco a poco, gota a gota a modo de ácido
corrosivo. España va bien, creamos dos mil empleos diarios, dejamos
atrás la crisis, superamos la herencia mala de Zapatero, España es una
gran nación, una, grande y libre, pam-pam, pam-pam, percutiendo sin
descanso, machacando a la opinión pública como un martillo pilón. Y así
es como el PP, que es un boxeador que encaja los golpes con la maestría
de Floyd Mayweather, ha ido capeando la lluvia de golpes que durante
meses le han caído desde Podemos. Así es como el PP ha mantenido el tipo
en los peores momentos, con la ceja partida y el labio manando sangre,
tambaleante pero de pie, encajando, zafándose, corriendo al rincón como
un cobarde si era preciso. Ha superado el peor trago del combate y ahora
pasa a la ofensiva con su catálogo de crouchés manidos, clásicos
ganchos de derecha y escandalosas mentiras. Han puesto en marcha su
poderosísima maquinaria de partido y ya no hay quien los pare; han
desempolvado el viejo manual de campaña que sus líderes se saben de
memoria y que recitarán, sin saltarse una coma, como un libro de salmos;
contratarán cohortes de asesores de Harvard que medirán, sopesarán,
encuestarán, analizarán y concluirán cuáles son las mejores estrategias
para ratificar la victoria el 20D. A menudo tendemos a minusvalorar el
poderío de ese partido. Nos creemos que está dirigido por paletos y
mediocres que no saben hacer la o con un canuto. Es cierto que hay
mediocres, como los hay en todas partes, pero también hay avezados
expertos en la sombra que saben muy bien lo que se hacen, fontaneros y
artesanos de la política que son capaces de resucitar a un partido
muerto y llevarlo en volandas a la victoria.
Pablo Iglesias lo tenía todo en su mano
para ser presidente del Gobierno, la confianza de una mayoría importante
del pueblo, ideas nobles y elevadas, carisma, valentía y talante
reformista. Ha tenido a su contrincante contra las cuerdas pero lo ha
dejado escapar en el último momento. Le ha perdido el exceso de
confianza y algo de soberbia, pensar que el combate ya estaba ganado por
KO, creer que con su soniquete hip hop y su aspecto de profesor joven y
honrado se llevaría de calle al pueblo. Quiso creer que con cuatro
chistes malos sobre Rajoy le bastaba y le sobraba, Manitú, Manitú,
Coleta Morada. Ha desperdiciado un tiempo precioso entre tertulias
televisivas, idas y venidas a Bruselas y visitas al Rey para regalarle Juego de Tronos,
que como es una serie infinita que nunca termina, le ha ocupado todo el
tiempo. No ha sabido sortear las trampas que le han puesto sus enemigos
políticos y mediáticos, la vinculación con Venezuela, las acusaciones
de bolivarianismo, el dinero de la Tuerka, la declaración de renta de
Monedero, para qué seguir. Si hubiera jugado mejor sus cartas hoy no
estaría tan lejos de la Moncloa. Ni Rivera tan cerca.
Ilustración: Artsenal
MARTANIEVES FERRUSOLA Y LOS SIETE ENANITOS
(Publicado en Revista Gurb el 30 de octubre de 2015)
Érase una vez, en un país muy muy lejano
de altas cumbres y frías nieves de invierno que bien podría ser Andorra
la Vella, un abuelito encantador que se llamaba Florenci (Florenci en
catalán, Florencio en castellano). El abuelito Florenci vivía en su
masía andorrana (que no almorrana, ese es otro cuento) rodeado de verdes
prados y campos de margaritas por doquier, tralará tralará, más un
perrillo con un ojo a la virulé y algo abstracto pero muy listo, ya que
parlaba molt bé el catalá y le seguía a todas partes sin rechistar, al
que llamó Cobi. El abuelito Florenci, que para desayunar se metía entre
pecho y espalda una pizza de Casa Tarradellas y un par de butifarras de
primera (haciéndole la butifarra a la OMS, al colesterol y al cáncer de
colón) amasó cuatro perrillas de nada, nadie sabe cómo ni dónde, y vivió
muchos años feliz y contento. Hasta que al final de sus días, ya en su
lecho de muerte, el abuelo Florenci llamó al seu fill Jordi para
comunicarle que le hacía heredero único de su legado, la calderilla y el
perrillo Cobi, además del amarilleado carné de sosi del Barsa, que por
entonces, como no ganaba copas ni nada, apenas tenía valor. A Don Jordi
sus amigos lo conocían como Pujol en honor a un defensa central de la
selección española con mucha testosterona y tupida melena de león, y
otros lo conocían como Joda, mayormente sus enemigos de la tribu de al
lado, esos bravucones españolazos que siempre estaban durmiendo la
siesta, matando vaquillas a hostias o dando golpes de Estado. Los
españolazos eran unos pesados porque andaban todo el rato metiéndose con
don Jordi por pesetero, por su corta estatura (Jordi enano, habla
castellano) y porque se explicaba raro, siempre para el cuello de la
camisa y entre toses, cof, cof, cof. Era don Jordi un hombre preparado y
afable llamado a construir un gran país llamado Catalonia Is Not Spain
(al final el nombre quedó en Catalonia a secas, por resumir y ahorrar,
que para algo Don Jordi era muy catalán) un país que ha dado al mundo un
pintor chiflado llamado Dalí, un jugador de fútbol que dribla como
nadie a los defensas centrales de Hacienda y unos castillos humanos
altísimos, auténtico deporte nacional en el que hay muchos lesionados
por los guarrazos y leches que se pegan al caer.
Don Jordi era algo así como un conde en
un pequeño condado decidido a hacer grandes cosas, un caudillo bajo en
estatura y con muy mala leche, como deben ser los caudillos, y gracias a
sus dotes de gobernante llegó a molt honorable president de la
Yeneralitá, un cargo tan importante como el de presidente de la
comunidad de vecinos, o incluso más. Durante años, don Jordi mantuvo en
secreto el pastizal que había heredado del abuelito Florenci, mutis por
el foro, en boca cerrada no entran moscas, cremallera total, por eso
hablaba atolondrado y para el cuello de la camisa, para que nadie
entendiera sus chanchullos, hasta que un buen día conoció a una princesa
en el pueblo que no era Belén Esteban sino lady Marta, de la que se
enamoró perdidamente y que le dio siete hijos, de ahí que, como en el
cuento de hadas, el populacho rebautizara a la señora como Martanieves
Ferrusola. Durante años, don Jordi se iba de cuando en cuando a los
madriles a negociar muchas pesetes y transferencies con un tal Felipe,
príncipe de los gitanos españolazos, y así fue como le sacó muchos
pactos fiscales, buenos aves y hasta una olimpiada en Barcelona, un
pelotazo fuerte en el que enchufó de mascota a su perrito Cobi. Se ve
que todo eso le dio dinero en cantidad y Felipe siempre miraba para otro
lado cuando don Jordi se metía en el bolsillo unas migajillas de un 3
por ciento de nada. En poco tiempo, la calderilla del abuelo Florenci se
multiplicó por once, creció como el milagro de los panes y los peces,
hasta llegar a los 40 millones de eurazos, millón arriba, millón abajo.
La princesa Martanieves y los siete enanitos estaban muy contentos y se
dedicaban a gestionar la pela que don Jordi traía a la masía.
Por la mañana, la bella Martanieves
(bella por decir algo, ya que con tanto dinero contrajo un hechizo malo y
se le puso cara más de bruja que de princesa) se iba de bancos con su
prole, los siete enanitos, y por la noche, ya extenuados de tanto patear
bancos y más bancos, regresaban a casa cantando aquello de aihó, aihó, a
casa a descansar. A la luz del candil, Martanieves contaba el dinero
que traía el rey de Catalonia ante la atenta mirada de los pequeñuelos,
que ya iban haciendo un cursillo acelerado de contabilidad a la
catalana. Los siete enanitos eran muy alegres, simpáticos y vivarachos y
vivían muy felices en la masía. Estaba Jordi Junior, que no era un
cantante de música ligera sino el mayor de la prole, un gran aficionado a
coleccionar coches de lujo, en plan chulo playa, venga porsches y
ferraris, más algún que otro volkswagen con el motor trucado con los que
se iba de rallys por la Costa Brava. También estaba Oriol Pujol, que se
lo pasaba en grande jugando a las ITV, había que verlo, cómo disfrutaba
el chiquillo moviendo maletines llenos de peles, de ITV en ITV, de oca
en oca y tiro porque me toca. Martita, por su parte, iba para
arquitecta, era la empollona intelectual de la familia con esas gafas de
culo de vaso que ni una secretaria del Un, Dos, Tres, pero al final se
quedó a medias y terminó de enchufada en el ayuntamiento de un reino muy
lejano. Por supuesto, también llegó alto. Oleguer Pujol era el
benjamín, el más pequeño en edad, que no en ingenio, y el más limpio del
clan ferrusoliano, eso sí, porque el niño blanqueaba que daba gusto,
todo lo dejaba muy limpio, los ferraris de la familia, los pasillos del
Palau de don Jordi, la Moreneta, a la que le pasaba el plumero los días
de misa, y sobre todo el dinero, el dinero que lo dejaba reluciente como
nadie. Luego la pela, ya bien limpia y aseada, se iba para Panamá,
México, Suiza, Reino Unido, Argentina, Liechtenstein, en fin, living la
vida loca, como Ricky Martin. Todos los días don Jordi despachaba la
cuentas con el secretario del partido, el señor Artur, un aprendiz
avezado que ahora quiere hacer de Catalonia Is Not Spain otra Andorra
independiente con bajos impuestos, mucho banco y mucho casino lleno de
putas del barrio chino por todas partes. Hay más enanitos en este cuento
y en esta fabulosa familia, pero nos llevaría un siglo contar todas sus
aventuras y peripecias. De modo que aquí nos quedamos, así fue como el
señor Don Jordi, rey de facto de Cataluña, su esposa Martanieves y los
siete enanitos se hicieron ricos, vivieron felices y comieron perdices.
Hasta que llegó la Policía a cortarles el rollo y un juez muy malo y muy
anticatalino les tomó manía y los imputó a todos sin rechistar, a
ellos, pobres, que solo tenían cuatro perrillas de nada legadas por el
abuelito Florenci. Malditos maderos españolazos con sus jueces
abominables. Si es que está claro que España nos roba. Colorín,
colorado.
Viñeta: L'Avi
viernes, 30 de octubre de 2015
EL JUEZ DEL PUEBLO
Joaquim Bosch (Cullera, 1965) no es un juez al uso. En España, tradicionalmente ha proliferado el prototipo de juez estirado y hermético, muy alejado de los problemas reales de la sociedad, por lo general descendientes de familias de juristas de rancio abolengo, más bien de ideas conservadoras, cuando no reaccionarias, y con un punto de soberbia. Hasta hoy, ser juez en España ha supuesto pertenecer a una casta privilegiada, poderosa, intocable. Pero Joaquim Bosch, Ximo, como lo conocen sus amigos y allegados, no es de ese palo. Él ejerce la magistratura que le otorga el imperio de la ley con dedicación y humildad, sin endiosamientos, consciente de que ser titular de un órgano judicial supone, ante todo, una vocación de servicio público más que un privilegio dotado de poder. La puerta de su despacho en el pequeño Juzgado de Instrucción Número 1 de Moncada (Valencia) siempre está abierta para los periodistas y el ciudadano en general. Además, desde hace algunos años mantiene una intensa actividad como portavoz de Jueces para la Democracia, una asociación progresista que aglutina a diversos profesionales de la judicatura y que mantiene una actitud crítica constructiva con el Gobierno. En sus casi diarias apariciones en diferentes cadenas de televisión que le han granjeado la fama de juez mediático, Bosch nos explica con palabras llanas y directas, muy alejadas de la jerga farragosa y complicada que emplean los jueces, los males endémicos de la judicatura en España. “A ningún Gobierno le ha interesado resolver los problemas de la Justicia”, asegura Bosch, quien, sin tapujos, hipocresías ni corporativismos de ninguna clase, denuncia que la ley penal española “criminaliza al pobre y beneficia al político corrupto, al ladrón de guante blanco”. Hoy, Joaquim Bosch, colaborador habitual en la sección de Opinión de Revista Gurb, nos abre las puertas de su juzgado, que es tanto como abrir las puertas de la maltrecha, anticuada y defenestrada Justicia española.
Foto: Rafael Jorge
Entrevista completa en Revista Gurb
viernes, 16 de octubre de 2015
EL INFIERNO DE MARISCAL
El diseñador Xavier Mariscal (Valencia, 1950) ha pasado del cielo al infierno en el tiempo que se tarda en dibujar un boceto. Hace nada, al padre de Cobi, la mascota de los Juegos Olímpicos de Barcelona, le llovían las ofertas de todo el mundo, de Japón, Nueva York, París, y muchas las rechazaba "sencillamente porque no me interesaban". Hoy el teléfono ha dejado de sonar, el correo electrónico está vacío y su estudio creativo, en otro tiempo una factoría llena de artistas donde nunca faltaban bocadillos y cervezas, está en la más absoluta ruina. La crisis se llevó por delante el imperio Mariscal, como un vendaval imparable, y ahora el artista trata de reinventarse en otros proyectos como la película Chico y Rita que rodó con Fernando Trueba. "Me arruiné, no lo supe hacer, y al mismo tiempo tuve un desengaño amoroso y terminé en el psiquiatra tomando pastillas", asegura. Sin embargo, Mariscal dice sentirse ahora más libre que nunca para decir lo que piensa: "A este Gobierno tan franquista que tenemos no le gusta la cultura. Camps me decía: aquí está mi teléfono para lo que quieras, Rita sa cansó de invitarme al balcón del Ayuntamiento y de repetirme: aquí puedes hacer muchos negocios. Y yo le contestaba: Que no tía, que no, que no… Fue muy fuerte lo que pasó aquí ya desde Zaplana". Esta semana Mariscal pasó por la sala La Rambleta de Valencia, donde mantuvo un interesante cara a cara con la periodista Mariola Cubells. Allí contó cómo fueron sus primeros años en Valencia, su aventura en la Barcelona olímpica por la que sigue conduciendo "a toda virolla" en su vieja Vespa, que es lo único suyo que le queda ya y que ha puesto a nombre de su hija para que no se la quite Hacienda. "¿Que si vivo dejando pasar la vida? Qué remedio, estoy contemplativo porque no tengo trabajo, nadie nos llama ya". Al día siguiente de su charla en la Rambleta, nos concedió unos minutos a los de Revista Gurb. Fue una entrevista 'road movie' que le hicimos en varios momentos del día, en el bar de un hotel de Valencia, metidos en un taxi y en la cafetería de la Estación del AVE Joaquín Sorolla, mientras el diseñador esperaba su tren para Barcelona. Delante de un café que pagó él, entrevistado y entrevistador se hablaron de tú a tú, sin corazas, a pecho descubierto. "Estoy sin blanca, soy un mantero", confesó el padre de Cobi. Al día siguiente, la entrevista fue portada en todos los periódicos, televisiones y radios de España. Hasta Sálvame de Luxe se hizo eco de la penosa situación del artista. Algunos se lanzaron sobre él como cuervos tratando de buscar carnaza rápida, el titular fácil, morboso, sensacionalista. Nadie se explicaba cómo un icono de la cultura española de los ochenta, un creador que lo había tenido todo, había podido acabar en tan triste final por culpa de la maldita crisis. El teléfono de Revista Gurb no paró de sonar en una semana. Muchos fueron quienes se interesaron por Xavier y por su penosa situación personal y laboral y empezaron a lloverle interesantes ofertas de trabajo. El lápiz de Xavier, del que antaño habían salido fabulosos personajes y magníficas genialidades, volvió al tajo de nuevo. Y Mariscal volvió a ser Mariscal.
Entrevista completa en Revista Gurb
viernes, 2 de octubre de 2015
UNA GENERACIÓN LITERARIA ES COSA DE DOS
(Entrevista publicada en Revista Gurb el 2 de octubre de 2015)
Mary Shelley y Percy Bysshe; Henry Miller y Anaïs Nin; Jean Paul Sartre y Simon de Beauvoir. Parejas unidas por la literatura, parejas de novela. Unas tuvieron final feliz (prevaleció el amor o el respeto profesional o ambas cosas); otras acabaron como el rosario de la aurora. A Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956) y Elvira Lindo (Cádiz, 1962) no les ha ido mal. Han formado, tras más de dos décadas de convivencia y esforzada dedicación a la literatura, algo más que un matrimonio de escritores bien avenido. Ni siquiera se pisan las frases cuando hablan, ni se dejan en mal lugar en público, ni compiten por soltar la idea más genial en las ruedas de prensa. Son, por encima del éxito y la fama, como un equipo, un equipo al servicio de las letras. "Ya es como si fuéramos una generación literaria", dice Elvira Lindo, medio en broma medio en serio, para referirse a la estrecha relación profesional y personal que les une desde hace años. "Pues es una generación que va bastante bien, la verdad, tenemos estilos muy diferentes, leemos las cosas de uno y de otro, corregimos los textos, nos contamos argumentos o por dónde van los tiros, y no nos tenemos envidias ni nada de eso. Vivimos, yo creo que como propios, los éxitos del otro. Creo que es el ideal como generación. Si fuéramos tres ya sería peor. ¿Tú lo ves bien como generación?", le pregunta Elvira a Antonio con picardía. Él sonríe y asiente, sabe que ambos viven el oficio de escritor de forma muy similar, como algo íntimo, privado, algo muy alejado de las modas y las pasarelas de los festivales literarios. "Eres escritor porque escribes, no porque actúes como escritor públicamente; a veces actúas públicamente pero eso no puede ser parte de tu vida cotidiana porque en ese momento te conviertes en un personaje, ya no eres tú". Lindo y Muñoz Molina, Muñoz Molina y Lindo, que tanto monta monta tanto. Su nuevo sello editorial, Lindo&Espinosa, acaba de editar Memphis-Lisboa, el libro de fotografías y textos que la escritora y periodista fue almacenando mientras su marido trabajaba en la recopilación de datos para su última novela: Como la sombra que se va (Seix Barral, 2014). Antonio seguía los pasos de James Earl Ray (el asesino de Martin Luther King) por el corazón de esa Norteamérica profunda sobre la que aún planea el fantasma del Ku Klux Klan. Elvira le seguía a todas partes en ese proceso de investigación, por momentos fascinante, por momentos obsesivo, que les llevó a ambos hasta el balcón de la habitación donde el carismático líder negro fue asesinado a quemarropa. Revista Gurb recoge ahora los diálogos que la pareja mantuvo durante la pasada Semana Negra de Gijón.
Entrevista completa en Revista Gurb.
domingo, 27 de septiembre de 2015
FÁBRICA PEPERA DE INDEPENDENTISTAS
Cabeza bajo el ala. Cuentan que Mariano Rajoy no saldrá esta noche a dar la cara tras la
victoria independentista y que enviará a Pablo Casado en su lugar. Eso
es que el presidente tiene trabajo dando clases nocturnas sobre lo que es un plato y lo que es un vaso.
Casado con el ridículo. Pablo Casado: "Solo un millón y medio de catalanes han apoyado la secesión". Solo. Y le parece poco. Lamentable.
Salvemos los muebles. Cristina Cifuentes se conforma con los raquíticos once escaños obtenidos por el PP. "Hemos salvado los muebles", declara cogiendo aire. Ese es el gran problema de la inmovilista y cerril derecha española en Cataluña: que cada vez se conforman con unos muebles más pequeños y baratos. Ya son muebles que no llegan ni a los de Ikea y pronto no les quedarán ni muebles del rastrillo.
Por los pelos. Mas gana las elecciones pero pierde el plebiscito. No obstante, esa no es la clave: la cuestión es que hace unos años los independentistas catalanes tenían un 15 por ciento de los votos, luego pasaron al 30, hoy ya van por casi el 50 por ciento. ¿A qué espera Mariano Rajoy, a que lleguen las elecciones de 2019 y los independentistas alcancen el 60 por ciento?
Causas y efectos. El independentismo catalán ha crecido en los últimos años como reacción de descontento popular ante un sistema político corrupto que se ha olvidado de sus ciudadanos. Es algo que ha sucedido siempre a lo largo de la historia. Cuando el antiguo régimen se descompone surgen movimientos revolucionarios alternativos.
Hermanos Marx. Lo de ayer del balcón del Ayuntamiento de Barcelona recuerda mucho a Sopa de Ganso. ¿Recuerdan la película? Fridonia contra Libertonia.
Estadistas y chiquilicuatres. El Papa pide la abolición de la pena de muerte en la Cámara de Representantes de USA mientras nuestro presidente nos da clases sobre platos y vasos. Hay líderes y lidercillos.
Bien por Miquel. Iceta nos ha dado una gran lección: que las cosas buenas de la vida están por encima de la política y que cuando suena una gran canción ya nada importa.
Viñeta: Iñaki y Frenchy
Casado con el ridículo. Pablo Casado: "Solo un millón y medio de catalanes han apoyado la secesión". Solo. Y le parece poco. Lamentable.
Salvemos los muebles. Cristina Cifuentes se conforma con los raquíticos once escaños obtenidos por el PP. "Hemos salvado los muebles", declara cogiendo aire. Ese es el gran problema de la inmovilista y cerril derecha española en Cataluña: que cada vez se conforman con unos muebles más pequeños y baratos. Ya son muebles que no llegan ni a los de Ikea y pronto no les quedarán ni muebles del rastrillo.
Por los pelos. Mas gana las elecciones pero pierde el plebiscito. No obstante, esa no es la clave: la cuestión es que hace unos años los independentistas catalanes tenían un 15 por ciento de los votos, luego pasaron al 30, hoy ya van por casi el 50 por ciento. ¿A qué espera Mariano Rajoy, a que lleguen las elecciones de 2019 y los independentistas alcancen el 60 por ciento?
Causas y efectos. El independentismo catalán ha crecido en los últimos años como reacción de descontento popular ante un sistema político corrupto que se ha olvidado de sus ciudadanos. Es algo que ha sucedido siempre a lo largo de la historia. Cuando el antiguo régimen se descompone surgen movimientos revolucionarios alternativos.
Hermanos Marx. Lo de ayer del balcón del Ayuntamiento de Barcelona recuerda mucho a Sopa de Ganso. ¿Recuerdan la película? Fridonia contra Libertonia.
Estadistas y chiquilicuatres. El Papa pide la abolición de la pena de muerte en la Cámara de Representantes de USA mientras nuestro presidente nos da clases sobre platos y vasos. Hay líderes y lidercillos.
Bien por Miquel. Iceta nos ha dado una gran lección: que las cosas buenas de la vida están por encima de la política y que cuando suena una gran canción ya nada importa.
Viñeta: Iñaki y Frenchy
LA ESPAÑA DE ROMPESUELAS
(Publicado en Revista Gurb el 18 de septiembre de 2015)
Resulta difícil, muy difícil, presenciar
cómo unos salvajes masacran al pobre Rompesuelas sin sentir vergüenza y
asco de ser español. ¿Cómo nos verá un francés, un alemán o un
americano? Sin duda, como seres chiflados y primitivos que van lanceando
toros indefensos en una ciudad sin ley, en una ciudad far west tomada
por matones que campan a sus anchas. Así se comprende que los turistas,
cuando aterrizan en España, se extrañen al no encontrar sanfermineros
encalimochados, cejijuntos y peludos corriendo como locos por las
calles. Es lo que ven por la CNN. En ese acto sanguinario, ciego y cruel
del toro de la Vega, en ese acto vergonzante para la raza humana que un
puñado de paletos de boina y palillo de dientes en el labio perpetra
cada año en Tordesillas, se resume todo lo malo que hay en una parte de
España, la España bárbara y salvaje. Uno, que se encuentra en las
antípodas de los independentistas, de los nacionalismos provincianos de
artures y romevas, piensa que anida en lo español algo enfermizo de lo
que jamás podremos librarnos, algo canceroso y maldito que nos persigue
por los siglos de los siglos, como una maldición bíblica, y que nos
impide romper de una vez por todas con nuestras leyendas negras,
nuestras inquisiciones y nuestras cruentas guerras civiles.
Hay una España moderna, progresista,
alegre, democrática y tolerante, una España de artistas, atletas y
cocineros geniales que causan admiración en todo el mundo. Pero en el
reverso hay otra España, un míster Hyde en la sombra que es negro como
el pañuelo de una beata, una España huraña, atávica, fanática, ignorante
y perversa. Es esa España que sale a la calle, entre crucifijos y
banderas fascistas, entre antorchas y santas compañas medievales, para
gritar contra el aborto y los homosexuales; es esa España racista y
negrera falta de libros y escuela que trata a los inmigrantes como
delincuentes y carnaza para el andamio; es esa España que persigue al
rojo comunista y masón por pensar con diferentes ideas, esa España que
no entiende que este país es un compendio de pueblos y naciones con
diversa identidad nacional, con lenguas propias e idiosincrasias
particulares, y que precisamente en ese crisol formidable, en esa
variedad de culturas y tradiciones, es donde radica su fuerza y su éxito
como país y como Estado. Hay un lado enfermo en este pueblo viejo,
milenario y mesetario que todavía se llama España, ese pueblo que sestea
y se rasca los cojones bajo un olivo, junto a una bota de vino y un
impreso del PER, mientras otros envían cohetes espaciales a Marte. Hay
algo dañino, venenoso, en esta tribu cainita con alma de torero macho
inculto y reprimido que no puede ver más allá de sus propias
frustraciones contraídas tras siglos de curas y obispos rijosos, de
aprovechados terratenientes y grandes de España, de episodios
sainetescos escritos por borbones borrachos y puteros.
¿Pero dónde está el patrimonio cultural
de interés nacional digno de ser protegido y fomentado en ese toro
vilmente asesinado de la Vega? ¿Que tiene de alegre fiesta ese
espectáculo infame que consiste en dar rienda suelta a una cuadrilla de
mozos analfabetos embrutecidos y cerveceros que corren por las calles
como bestias desquiciadas y que pagan sus miserias a patadas con un
pobre animal al que despiertan al alba, somnoliento y desconcertado,
para darle el último paseíllo, como se le daba a los fusilados
republicanos? En el toro Rompesuelas hay una terrible metáfora de esa
España atroz, un holocausto de sangre, una ejecución mañanera injusta,
gratuita y miserable, como tantas que fueron cometidas durante la
contienda civil. El tótem del toro como víctima propiciatoria es el
símbolo perfecto de todo lo que a esa España le produce rechazo y miedo,
la fuerza digna y vital de la naturaleza, la nobleza y la inocencia que
ellos no tienen, el semental que en igualdad de condiciones puede ser
poderoso y peligroso para la tribu. Por eso la masa se arma y aúna su
violencia y su odio, por eso se escoge al toro como entrenamiento previo
antes de pasar al juego real, a lo que realmente le causa placer a esa
España criminal, que es la caza de otros toros más humanos. En estos
días en los que Cataluña vota sí o no a la independencia mientras esa
parte de España se entretiene en sus perniciosos vicios de sangre,
resulta muy difícil convencer a los catalanes de que no se vayan, de que
sigan con nosotros. Mas y Romeva también tienen sus complejos y sus
tópicos típicos, al igual que esa España mala e inmunda, porque todo
nacionalismo político, sea español o catalán, es un tipo de enfermedad
que ciega a quien lo padece y lo sumerge en una serie de mitos tan
irracionales como el del toro: la lengua y las tradiciones como hecho
sagrado, la raza como enseña orgullosa, el RH como signo de distinción.
La absurda creencia de que lo mío, lo propio, lo autóctono, es lo mejor
de lo mejor y que no hay otra cosa más bella en el mundo que los
castellers, la butifarra y un regate de Leo Messi. Y en esas estamos, en
una especie de Madrid-Barsa perpetuo (hoy la gente cree que la política
es como un partido de fútbol donde se trata de machacar al contrario al
grito de puta Barsa, puta Madrí, con banderas rojigualdas frente a
banderas esteladas) un simplismo muy alejado de aquello tan inteligente y
racional del "madrileños, Cataluña os ama", que gritó Companys en la
Monumental de Barcelona. Hoy la política se ha convertido en un partido
de fútbol lleno de hooligans mientras el fútbol ya solo es política. En
un lado del terreno de juego la España negra y taurina de Rajoy, esa
España ágrafa que no ha salido del pueblo y que disfruta matando
vaquillas a hostias en las verbenas del verano etílico. En el otro la
Cataluña de Artur Mas sumida en otro ciego delirio, el retorno al
medievo del condado catalán, al feudo de los caballeros del rey Arturo,
una especie de juego de tronos tan de moda hoy entre la juventud,
también la catalana, que no sabe una sola palabra de historia porque se
ha pasado los años de escuela estudiando que todos los españoles son muy
malos y muy franquistas y declamando si us plau. Miles de niños y
jóvenes a los que se les ha metido en la cabeza, en una extraña
inmersión histórica y lingüistica, que todo lo que huele a España, ya
sea Cervantes, Goya o Falla, es detestable. Una muchachada de
voluntarios convenientemente aleccionados que sin saber muy bien por qué
–quizá porque se lo está diciendo un tipo con el mentón poderoso y
atlético de Supermán, en este caso Supermás– nutre las manifestaciones
coordinadas con una marcialidad germánica, todos vestidos con camisetas
chic de Catalonia is not Spain, todos formados con la
cuatribarrada del triángulo estrellado sustraído a Cuba o Puerto Rico,
pero que al final no deja de ser la estrella de la Caixa. Una bandera
que tiene poca historia. Pero que queda tan mona en el Camp Nou.
Viñeta: El Koko Parrilla
EL FASCISMO
(Publicado en Revista Gurb el 4 de septiembre de 2015)
Por un momento, gran error, creíamos
haber enterrado a Hitler para siempre. Pero resulta que no ha habido
solo un Hitler en la Historia, sino muchos, una sucesión de Adolfos con
diversos uniformes y bigotes aunque con una misma idea en la cabeza:
someter al ser humano al yugo de la opresión. Ahora estamos asistiendo
al advenimiento de nuevos imitadores de Adolfo, solo que resultan
vulgares sucedáneos: Donald Trump, Le Pen, Kim Jong-un… La lista es
larga y en cada pueblo hay uno. Pero no nos equivoquemos. El fascismo no
es únicamente la ideología disparatada de un líder más o menos
zumbadillo, ni un episodio pasajero y aislado del siglo XX, ni una fase
concreta en la loca dialéctica hegeliana de la historia. El fascismo
anida en lo más profundo del hombre, es la constante malvada, cruel,
primaria de este mono desnudo que un día se levantó de la charca para
enviar cohetes a Marte, ya lo dijo Kubrick. El fascismo no es más que
una palabra inventada por Mussolini, una idea del viejo siglo XX que aún
empleamos, inútilmente, para intentar explicar el futurista siglo XXI
que se nos viene encima. Un término que hemos vaciado de contenido a
fuerza de usarlo, olvidando que todo lo oscuro y brutal que hay en
nosotros mismos estaba encerrado en ese concepto maldito: la fascinación
enfermiza por la patria y por la tierra, los símbolos y los mitos del
pasado, el orgullo absurdo de la tribu, el odio al extranjero, al otro, a
la raza distinta y distante, el ansia de poder, la furia innata del
hombre, la pasión por el morbo y el crimen, la atracción libidinosa de
la sangre. Por eso será imposible erradicar el fascismo, por eso siempre
habrá brotes de fascismos en el mundo más o menos incontrolados o
irredentos. Porque el mal hierve en cada uno de nosotros, latente,
innato, pugnando por salir y darse un festín a poco que un idiota con
uniforme militar sepa tocar las teclas adecuadas de nuestro cerebro. Los
animales se mueven por instintos, el hombre por maldad. El fascismo es
la fiebre crónica de la especie humana, la sicopatía histórica que el
homo sapiens no sabe o no puede curarse. Por eso al fascismo no se le
discute, se le destruye, como decía Durruti. Ahora que los refugiados
huyen de las cimitarras del califato genocida de ISIS (un fascismo
medieval que rebana cabezas y derumba templos romanos como quien
derrumba castillos de naipes para rodarlo todo en Youtube, que es el
nuevo cine de los tontos), ahora que miles de apátridas se agolpan por
millares a las puertas de Europa, digo, asistimos al peor revival
fascista, que como todo hoy en día ya no es un fenómeno local, sino
globalizado. El fascismo de este siglo es una multinacional que se
exporta como la Coca Cola y los Le Pen conquistan ayuntamientos en
Francia; los griegos traicionados por Tsipras se dejan seducir por
Amanecer Dorado; y los civilizados y frígidos escandinavos, hasta ahora
seres racionales nada dados a las pasiones turbulentas (salvo en las
novelas policiacas) caen rendidos a los pies de los neonazis.
Un viento frío y cruel recorre Europa de
Norte a Sur, helando los corazones de los europeos, y en España el
Gobierno coloca al hijo de Tejero, golpista y espadón de toda la vida,
en el Consejo de la Guardia Civil. Otro síntoma claro de que el enfermo
empeora. Bruselas debate cómo nos repartimos a los refugiados, cómo nos
dividimos el chapapote humano que nos llega de Oriente y que hemos
creado nosotros mismos con nuestro capitalismo colonial, nuestras
guerras de conveniencia, nuestros intereses petrolíferos y nuestros
negocios de armas. Para Europa, la vieja y decadente Europa, los
refugiados no son más que números, porcentajes, cuotas que hay que
repartirse, como la cuota de las vacas o las cuotas pesqueras, simples
decimales que hay que reubicar y redistribuir en novísimos campos de
concentración, guetos apartados, criaderos de yihadistas, donde ya no se
mata con gas zyklon pero se aplica el gas más lento de la miseria y la
injusticia. Ellos, los otros, los exiliados, los sin patria, llegan a
Europa dando vítores a Alemania en la falsa creencia de que entran en la
tierra prometida de los derechos humanos. Sueñan con subir a los trenes
alemanes que antes llevaban judíos a Auschwitz y
que ahora llevan sirios a ninguna parte. A eso está jugando Europa, a
cambiar sirios de lugar, a llevarlos de aquí para allá en un trueque
infame, como si así se resolviera el marrón. Hasta que al final los
desplazados se dan de bruces con el muro alambrado de la realidad y
descubren que Alemania no es ese paraíso civilizado que está todo el día
comiendo salchichas y jugando a la Bundesliga. Ven cómo les cierran las
estaciones en Budapest, ven cómo los recluyen en cárceles apestosas de
Macedonia o les envían a la Policía serbia, para que se vayan enterando
de lo que es Europa, el primer bastión de otro fascismo financiero
revestido de falsa democracia. En ISIS mandan los señores de negro del
islam, en Europa mandan los señores de negro de la troika. De modo que
huyen de la Málaga legendaria de Damasco para meterse en la Malagón
imperial de Berlín, donde les espera el gueto polaco que aún sigue allí,
la mendicidad y un batallón nocturno de cabezas rapadas. Europa ya no
es ese destino mítico lleno de oportunidades que ellos creían y los
europeos, también maltratados y abandonados por sus propios gobiernos,
apátridas en sus propias patrias, se han hecho insensibles, crueles y
egoístas. Es el ser humano dividido por la raza, enfrentado por el
victorioso capitalismo. Es la trampa de Occidente. Pongo la televisión y
veo, entre anuncios gilipollas de compresas, axilas depiladas y la
anciana octogenaria que quiere contemplar las últimas pichas de su vida
en playas nudistas, la imagen repetida de Aylan, ese niño sirio limpio y
digno que flota como un ángel decente a este lado del mar de la muerte.
Tan quieto, tan frágil, tan dulcemente asesinado. Ese niño que era la
vida, la esperanza, el futuro. Hemos matado a Voltaire. Solo nos queda
sentarnos y cantar y brindar por los viejos tiempos pasados del
humanismo. Y esperar resignados a que llegue un nuevo Adolfo. Ya se ven
volar las águilas, el fragor de los brazos en alto. Heil.
Viñeta: El Koko Parrilla
martes, 22 de septiembre de 2015
ICETA EL MARCHOSO
Qué calladito se lo tenía el señor Iceta. Resulta que el secretario de los socialistas catalans, ese señor bajito, fofisano, calvino y más bien feucho, llevaba dentro a un discotequero total, a un sex bomb insaciable, a un Travolta de muchos voltios. Ya sorprendió a Pedro Sánchez durante un mitin de campaña arrancándose por Freddie Mercury, pero es que lo de anoche en El Intermedio de Wyoming, su bailoteo juvenil con Thais Villas, fue demasié para el body. Qué estilazo, qué juego de caderas, qué swing, qué todo. Cuando la campaña catalana avanzaba entre deflagraciones y llamadas a los tanques y a las banderas, cuando cada mitin era una palada más de odio y tierra sobre el cadáver de España, entre crispaciones, tambores de guerra, insultos, patrioterismo barato (español y catalán) y mucho mal rollo, Iceta va y nos sorprende a todos saltando a la pista de baile de la política para echarse unos bailes con la descarada y frescachona Thais, la chica gafapasta de vis cómica ácida e inteligente que es como Groucho Marx, solo que sin bigote y en mujer. Cataluña arde de mitines tomados por comanches y tipos duros que hablan la lengua bélica, porque los tipos duros no bailan, como decía Mailer. Iceta no, él es un político de talante tranquilo y afable, racional y buen orador, educado y listo, de esos que ya no abundan en nuestros días porque ahora lo que se lleva es el político palabrón que menta mucho a la madre o el hooligan que se envuelve en la bandera patria para engatusar al pueblo o el tonto que se atraganta con el vaso de agua a la primera pregunta de un periodista medianamente preparado, como le ha pasado a Rajoy en su entrevista con Carlos Alsina. Queda claro que Rajoy, además de ser un triste que no pasaría de un mal chotis en la Castellana, solo lee el Marca, mientras que Iceta es de la escuela lógica de Azaña, mucho más cultivado y encima domina el rock. Iceta es como ese chico tímido apoyado en la barra de la disco que apenas llama la atención del personal (Pedro Sánchez es más alto, más guapo y tiene más paquete que él) pero que sin embargo lleva una fiera dentro de sí, un león salvaje que se desmelena cuando suena Queen, y ya nadie puede pararlo. Es entonces cuando salta a la pista de baile para darlo todo, para comérselo todo, sabiendo que nada en esta vida, ni siquiera el trono de la Yeneralitá, merece más la pena que ese bailoteo desbocado bajo los focos, sintiendo la música fluyendo por las venas, como un negrata de la Motown, o ese agarrao último y desesperado a la moza cuando se apagan los focos de la discoteca y la cruda realidad se impone a la mentira de la noche. A mí Iceta ya me tiene ganado, ya soy fan para toda la vida, tengo que confesarlo, porque en esta campaña catalana sucia y guerracivilista que a todos nos tiene en un vilo, acollonados ante tanto profeta del apocalipsis, tanto triste y resentido y tanto salvapatrias, él ha sido capaz de saltar a la pista con un puntito de alegría y buen humor, aliviando tensiones territoriales y políticas, desdramatizando, moviendo el esqueleto con total libertad y desinhibición, entregándose al baile como si no hubiera un mañana. Iceta nos ha dado una gran lección: que las cosas buenas de la vida están por encima de la política y que cuando suena una gran canción ya nada importa, ni el estatut, ni la Constitución, ni el procés, ni la independencia, ni la tercera vía, ni nada. Usted sí que sabe, señor Iceta. Baile, baile, no me pare ahora. Don't stop me now.
Viñeta: L'Avi
Viñeta: L'Avi
DE LA CAMPAÑA CATALANA, THAIS VILLAS Y RUPERT MURDOCH
Comienza la campaña en Cataluña: Artur Mas quiere convencer a los
catalanes de que cuando llegue la independencia su partido se reformará y
dejará de robar a los ciudadanos.
Rita forever. El Ayuntamiento de Valencia vende las seis Harley que Rita compró por 82.000 euros para que hicieran bonito durante la visita del Papa. Está muy bien la medida, pero ¿no debería castigarse como delito el despilfarro, el derroche y tirar alegremente el dinero público? Ya está bien de que nos vendan la moto.
Un rato con Isidoro. Estuvimos en la universidad de verano de la UGT, en la conferencia de Felipe González. Habló de Cataluña, de refugiados, de la crisis, de Grecia, y escuchándole disertar a uno se le vino a la cabeza la letra de aquella vieja canción: cómo hemos cambiado.
El Intermedio. La entrevista de Thais Villas al marchoso Iceta es lo más divertido que se ha visto en televisión en mucho tiempo. Nunca un cuarto de hora dio para tanto. Humor, música, baile, flirt y política. Solo le ha faltado el final feliz. Justo lo que necesita la crispada, tensa y tremendista sociedad catalana. Desde hoy me declaro fan absoluto del sociata bailongo.
Juglares de las redes. Pasados los cuarenta, un hombre (o una mujer) tiene que darse cuenta de si tiene madera de poeta o no. En Facebook hay mucho cabezota que insiste y persiste y dale y venga dar la brasa con sus ripios sin ningún rubor. Alguien debería decirles algo.
Drama ateniense. Los griegos han demostrado ser un pueblo inteligente. Dar otra oportunidad a Tsipras y no caer en el fascismo de Amanecer Dorado era lo más sensato que podían hacer.
El Más allá de internet. Facebook es un lugar fascinante, si no, cómo se entiende este comentario: "Buenas, ¿alguien sabe de una edición de audio para eliminar ruido de fondo y aclarar la voz? Tengo un par de psicofonías y me gustaría descifrar lo que dice la frase, gracias".
Periódicos comprados. Desde 2008, cuando estalló la crisis, los bancos y grandes empresas controlan el consejo de accionistas de El País. Telefónica, HSBC, Santander, la Caixa, un magnate mejicano y un jeque árabe manejan el tema. Espeluznante.
Son personas, no terroristas. "No queremos ir a Europa. Solo paren la guerra en Siria. Solo eso".
Kinan Masalemehi, refugiado sirio, 13 años.
Acorralado, acollonado. El periodista Stephen Sackur, de la BBC, pone contra las cuerdas a Romeva, que ha salido escaldado de la entrevista. Es lo que tiene que te entreviste un profesional serio que no sea de TV3.
Adiós a la National Geographic. El multimillonario Rupert Murdoch, uno de los principales negacionistas del cambio climático, compra National Geographic, una revista que desde su fundación en 1888 había pertenecido a una entidad sin ánimo de lucro y que se había destacado por la defensa del ideal ecologista. Poco a poco, anulando los focos de resistencia, van ganando terreno los defensores del expolio del planeta.
Viñeta: Lombilla
Rita forever. El Ayuntamiento de Valencia vende las seis Harley que Rita compró por 82.000 euros para que hicieran bonito durante la visita del Papa. Está muy bien la medida, pero ¿no debería castigarse como delito el despilfarro, el derroche y tirar alegremente el dinero público? Ya está bien de que nos vendan la moto.
Un rato con Isidoro. Estuvimos en la universidad de verano de la UGT, en la conferencia de Felipe González. Habló de Cataluña, de refugiados, de la crisis, de Grecia, y escuchándole disertar a uno se le vino a la cabeza la letra de aquella vieja canción: cómo hemos cambiado.
El Intermedio. La entrevista de Thais Villas al marchoso Iceta es lo más divertido que se ha visto en televisión en mucho tiempo. Nunca un cuarto de hora dio para tanto. Humor, música, baile, flirt y política. Solo le ha faltado el final feliz. Justo lo que necesita la crispada, tensa y tremendista sociedad catalana. Desde hoy me declaro fan absoluto del sociata bailongo.
Juglares de las redes. Pasados los cuarenta, un hombre (o una mujer) tiene que darse cuenta de si tiene madera de poeta o no. En Facebook hay mucho cabezota que insiste y persiste y dale y venga dar la brasa con sus ripios sin ningún rubor. Alguien debería decirles algo.
Drama ateniense. Los griegos han demostrado ser un pueblo inteligente. Dar otra oportunidad a Tsipras y no caer en el fascismo de Amanecer Dorado era lo más sensato que podían hacer.
El Más allá de internet. Facebook es un lugar fascinante, si no, cómo se entiende este comentario: "Buenas, ¿alguien sabe de una edición de audio para eliminar ruido de fondo y aclarar la voz? Tengo un par de psicofonías y me gustaría descifrar lo que dice la frase, gracias".
Periódicos comprados. Desde 2008, cuando estalló la crisis, los bancos y grandes empresas controlan el consejo de accionistas de El País. Telefónica, HSBC, Santander, la Caixa, un magnate mejicano y un jeque árabe manejan el tema. Espeluznante.
Son personas, no terroristas. "No queremos ir a Europa. Solo paren la guerra en Siria. Solo eso".
Kinan Masalemehi, refugiado sirio, 13 años.
Acorralado, acollonado. El periodista Stephen Sackur, de la BBC, pone contra las cuerdas a Romeva, que ha salido escaldado de la entrevista. Es lo que tiene que te entreviste un profesional serio que no sea de TV3.
Adiós a la National Geographic. El multimillonario Rupert Murdoch, uno de los principales negacionistas del cambio climático, compra National Geographic, una revista que desde su fundación en 1888 había pertenecido a una entidad sin ánimo de lucro y que se había destacado por la defensa del ideal ecologista. Poco a poco, anulando los focos de resistencia, van ganando terreno los defensores del expolio del planeta.
Viñeta: Lombilla
viernes, 18 de septiembre de 2015
LA ESPAÑA DE FELIPE
(Publicado en Revista Gurb el 18 de septiembre de 2015)
Conferencia completa en Revista Gurb.
miércoles, 9 de septiembre de 2015
ESPAÑOLES, EL PERIODISMO HA MUERTO
Amanecer. Abrir la ventana por la mañana y escuchar el griterío de los niños que
juegan y ríen en el recreo de un colegio. Todavía hay vida ahí afuera.
Periodismo enfermo. Me pregunta un amigo cuáles son, a mi juicio, los males de la prensa escrita española. Enumero solo algunos (toda lista es incompleta y ésta lo es aún más): falta de cualificación y preparación de los profesionales (algunos jóvenes redactores salen de la universidad sin saber escribir el primer párrafo de una información); salarios tercermundistas (muchos trabajan sin contrato y hasta gratis); abuso y explotación laboral por parte de las empresas de comunicación; miedo de los periodistas a perder el puesto de trabajo; directivos y ejecutivos que no sienten el periodismo como una profesión noble y decente y que se limitan a actuar como meros contables (como si hacer periódicos fuera lo mismo que vender ladrillos); sometimiento total a la publicidad y al poder gubernamental; amiguismos infames (cuando no chanchullos y compadreos) entre políticos y directores de los medios de comunicación; sectarismo; miedo a perder la subvención oficial de turno (escamoteando u ocultando la verdad si afecta a los poderes establecidos); enchufismo galopante (aún más que en el sector público, lo que lleva a colocar a hijos de hombres poderosos en las redacciones, aunque sean pésimos periodistas); pérdida de valores éticos; desorientación ante las nuevas tecnologías digitales; escaso interés y amor por la profesión de muchos periodistas, es decir falta de vocación; y sobre todos estos males el peor y más pernicioso de ellos: el miedo a contar la verdad.
Patada genocida. La periodista húngara despedida por patear a los refugiados da el perfil de perfecta sicópata que se requiere para ser director de un medio de comunicación. Solo estaba haciendo méritos para escalar en el periodismo desalmado que triunfa hoy en día.
Como putas por rastrojos. Los políticos andan mañana, tarde y noche de plató en plató, todo el día en la tele dándose postín y haciendo caja, de forma que se ha puesto de moda la figura del político-tertuliano. Y así, mientras pasan la jornada laboral frente a las cámaras, a mayor gloria de ellos mismos, no hay quien resuelva los problemas del país.
Viñeta: Igepzio
Periodismo enfermo. Me pregunta un amigo cuáles son, a mi juicio, los males de la prensa escrita española. Enumero solo algunos (toda lista es incompleta y ésta lo es aún más): falta de cualificación y preparación de los profesionales (algunos jóvenes redactores salen de la universidad sin saber escribir el primer párrafo de una información); salarios tercermundistas (muchos trabajan sin contrato y hasta gratis); abuso y explotación laboral por parte de las empresas de comunicación; miedo de los periodistas a perder el puesto de trabajo; directivos y ejecutivos que no sienten el periodismo como una profesión noble y decente y que se limitan a actuar como meros contables (como si hacer periódicos fuera lo mismo que vender ladrillos); sometimiento total a la publicidad y al poder gubernamental; amiguismos infames (cuando no chanchullos y compadreos) entre políticos y directores de los medios de comunicación; sectarismo; miedo a perder la subvención oficial de turno (escamoteando u ocultando la verdad si afecta a los poderes establecidos); enchufismo galopante (aún más que en el sector público, lo que lleva a colocar a hijos de hombres poderosos en las redacciones, aunque sean pésimos periodistas); pérdida de valores éticos; desorientación ante las nuevas tecnologías digitales; escaso interés y amor por la profesión de muchos periodistas, es decir falta de vocación; y sobre todos estos males el peor y más pernicioso de ellos: el miedo a contar la verdad.
Patada genocida. La periodista húngara despedida por patear a los refugiados da el perfil de perfecta sicópata que se requiere para ser director de un medio de comunicación. Solo estaba haciendo méritos para escalar en el periodismo desalmado que triunfa hoy en día.
Como putas por rastrojos. Los políticos andan mañana, tarde y noche de plató en plató, todo el día en la tele dándose postín y haciendo caja, de forma que se ha puesto de moda la figura del político-tertuliano. Y así, mientras pasan la jornada laboral frente a las cámaras, a mayor gloria de ellos mismos, no hay quien resuelva los problemas del país.
Viñeta: Igepzio
viernes, 4 de septiembre de 2015
LA REVOLUCIÓN PERDIDA
(Entrevista publicada en Revista Gurb el 4 de septiembre de 2015)
Sergio Ramírez (Masatepe, Nicaragua 1942) hace tiempo que abandonó las barricadas de la política, la revolución y el Frente Sandinista, para dedicarse solo a escribir novelas. Fue vicepresidente del gobierno de Daniel Ortega, que por un momento pareció rozar con los dedos el viejo sueño de Sandino de hacer de Nicaragua un país moderno y avanzado. Todo fue un espejismo. Pronto llegaron la guerra, la ‘contra’ financiada por los yanquis, siempre los gringos conspirando y abortando cualquier conato de cambio en Latinoamérica. Hoy ya no se habla con Ortega –"no tenemos relación, no tenemos enemistad pero no tenemos relación"–, y el futuro de Nicaragua parece ensombrecerse de nuevo, pero por otras razones bien distintas. "Me parece que los capos del narcotráfico están sustituyendo a los dictadores como personajes literarios", asegura nada más poner pie en la Semana Negra de Gijón, donde presenta su último libro, Sara, una reelaboración del mito del Antiguo Testamento. Lejos quedan ya los años de la lucha armada, el Che, Fidel, Allende, los ideales utópicos que siempre acaban siendo pisoteados en el barro pobre de Sudamérica. Hoy Obama ha plantado la bandera con las barras y estrellas en La Habana y el comunismo ya no es una amenaza para Estados Unidos. "El poder siempre termina contaminando los ideales. El poder es un organismo vivo que tiene sus propias reglas, sus propias leyes, sus propias necesidades". El que fuera mano derecha de Ortega no piensa en transformar el mundo, solo en ficcionar, en inventar historias. "La novela no me parece a mí que tenga que ver con el compromiso social, no creo en la novela de tesis", sentencia.
Entrevista completa en Revista Gurb.
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