miércoles, 24 de febrero de 2016

EL PACTITO FEO


De una rosa marchita y una naranja envenenada no puede salir nada bueno para el país. Sánchez se pasó la campaña diciendo que Rivera era la derecha de siempre, el falangismo joseantoniano y la marca blanca del PP. Nunca pactaré con ellos, dijo el secretario general sacando pecho. Pero llegado el momento se arroja en sus brazos, entrega el país al gran capital y pacta con la derechona de siempre y el más de lo mismo. El acuerdo de Gobierno que han firmado Sánchez y Rivera, más pactillo que pacto, por mucho que Sánchez haya querido venderlo a bombo y platillo como algo histórico para España, no solo es contra natura, sino una traición a la izquierda y además no suma, por lo que se antoja un teatrillo de variedades políticas para que los dos líderes puedan salvar la cara. El documento no apuesta por un giro real a la izquierda ni supone un cambio sustancial en lo económico ni deroga la infame reforma laboral de Rajoy, origen de todos los males y la desigualdad social. Por si fuera poco, santifica el despido con doce raquíticos días de salario, solo sube un miserable uno por ciento el sueldo mínimo, sigue admitiendo que los imputados por corrupción vayan en listas como candidatos y deja en pie la ley mordaza. Si este es el cambio progresista que nos prometía Sánchez por mí puede guardarse los cambios en su cajón de mago barato porque no me valen. Uno quiere ver buenas intenciones en las políticas sociales del PSOE, en la ley de dependencia, contra el machismo y la memoria histórica, pero a la hora de la verdad, a la hora de hablar de la filosofía económica, el meollo de la cuestión, este partido se raja, como siempre, y termina en el cachondosocialismo y el felipismo de Armani del que ya tenemos suficiente y sobrada experiencia. El pactito feo PSOE-Ciudadanos es un parche para ir tirando, un apaño, un cambalache, una puesta en escena para salir del paso y un espaldarazo a las políticas neoliberales que tanto sufrimiento han ocasionado a las clases populares. No esperará el PSOE que Podemos firme esta patraña, esta puñalada trapera a la izquierda y al pueblo llano. La patronal se frota las manos, las aguas vuelven a su cauce tras el torbellino. Con este PSOE hace tiempo que no se puede ir ni a la esquina a tomar un café. Están cavando su propia tumba. Ellos sabrán.

Viñeta: El Koko Parrilla

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