(Publicado en Diario16 el 11 de noviembre de 2022)
Cada vez son más intensos los rumores que colocan a Jorge Javier Vázquez como alcaldable por Madrid. El presentador ni desmiente ni confirma, es más, ayer en el programa de Risto Mejide jugó a la ambigüedad calculada, con la retranca que le caracteriza, con un “me lo estoy pensando”. Un duelo político Martínez-Almeida/Vázquez sería impagable, histórico, mítico. El caricaturesco nostálgico que rinde homenaje sin complejos al genocida Millán-Astray, como un legionario más, frente al ilusionista de la televisión de nuestro tiempo; el admirador del franquismo provinciano que es la vergüenza de los alcaldes de la Europa democrática frente al hombre de mundo que lo ha vivido todo, el periodista de mente abierta y cosmopolita, el dramaturgo del Broadway madrileño comprometido con la izquierda y con los derechos de los homosexuales. Un combate para la posteridad.
Ayer, durante el programa Todo es mentira de Cuatro, Vázquez mantuvo un acalorado cara a cara con Fernando Prados, viceconsejero de Sanidad de la Comunidad Madrid, demostrando que está en plena forma para coger ya mismo el bastón de mando municipal. Ayuso había enviado a su lacayo a la trinchera mediática (por lo visto el hombre es de los pocos que no han sido cesados o no han dimitido todavía tras el desastre en la gestión sanitaria) para que diera la cara por ella y defendiera lo indefendible, mientras miles de médicos y enfermeras preparan un huelgón sin precedentes en el que van a decir basta ya a tanto recorte y tanta privatización. Prados trataba de convencer a la audiencia, sin ningún pudor, de que un ambulatorio se puede mantener sin médicos y que las videoconsultas con los pacientes a través de una tablet son el futuro de la medicina. En el colmo de la desfachatez, llegó a decir que deben ser los propios ciudadanos quienes aprendan a detectar los síntomas de un ictus por si algún día llegan a un centro de salud y se lo encuentran cerrado o fuera de servicio por falta de personal. Así se las gasta esta gente ayusista a la que la salud de las personas le importa un rábano.
Pero justo en ese momento, justo cuando el espectador se frotaba los ojos para comprobar que no estaba en medio de un mal sueño, irrumpía la lógica y la indignación personificadas en Jorge Javier Vázquez, quien con más razón que un santo puso en su sitio al burócrata, que para más oprobio es médico de carrera. “A veces me da la impresión de que se están dirigiendo a entes que no pensamos. ¿De verdad se creen lo que cuentan? ¿De verdad creen que somos tan imbéciles? ¿De verdad que son capaces de emplear el discurso que están empleando? No se están dando cuenta de que estamos viviendo una situación catastrófica y que lo mejor sería aceptar que la Sanidad Pública se está yendo a tomar por culo en Madrid y que vamos a intentar ponerle freno a esto”, espetó el presentador. No se puede ser más directo, auténtico y contundente, tres cualidades que harían del rey del cotilleo un gran alcalde de la ciudad.
Vázquez le dio varios pases de pecho al ordenanza de Ayuso –desenmascarando la retórica hueca y vacía de toda esta banda trumpista que ha usurpado el PP madrileño–, y lo devolvió a los toriles, no sin antes sugerirle que cuando uno se ve “acorralado” lo último es hacer el ridículo. En ese punto, el tal Prados debería haber aprovechado para presentar su dimisión irrevocable en prime time, como ya han hecho muchos de sus compañeros ante el caos hospitalario reinante, pero se vio con fuerzas, con chulería suficiente y con anchas espaldas para seguir adelante con el enganchón televisivo hasta reprocharle al presentador que no tenía ni idea de lo que hablaba. Precisamente a él, a un hombre que sabe lo que es sufrir un ictus (reproducimos a continuación el diálogo para que conste en acta cómo hemos caído en manos de los personajes más siniestros).
Jorge Javier Vázquez: “Un ictus es cuestión de un minuto, que se le puede ir la vida, que no llega un celador y dice voy a hacer una llamada”.
Fernando Prados: “Usted no sabe nada de esto, perdóneme”.
JJV: “Es que he tenido un ictus, soy un superviviente”.
FP: “Yo he tratado cientos de ellos”.
JJV: “Madre de dios, madre de dios, madre de dios…”
FP: “No voy a entrar en debate con alguien que no sabe”.
JJV: “Me parece una falta de respeto total y absoluta”.
En realidad, Prados es un mandado, un muñeco que repite las ocurrencias y disparates de su ventrílocua jefa sin reflexionar lo que está diciendo y con la única intención de conservar el carguete. El caos en la Atención Primaria no tiene otro responsable que ELLA, la señora presidenta que queriendo jugar a estadista neoliberal para demostrar que vale para ocupar la Moncloa algún día ha terminado por arruinar la Seguridad Social, gran joya de la corona del Estado de bienestar. Si la primera ministra británica Liz Truss envió al garete la economía del Reino Unido con sus recetillas neoliberales y sus bajadas de impuestos para ricos, esta va por el mismo camino en Madrid, y ha empezado por donde más duele, nunca mejor dicho, o sea por los hospitales que pagamos todos y donde nos jugamos la vida. Nunca una huelga fue más justa como la convocada por el personal sanitario de la capital de España. Nuestra Sanidad necesita un Sálvame urgente y en condiciones y Vázquez tiene claro cómo debe ser el nuevo programa, guion o escaleta. Si aspira a ser el próximo Tierno Galván o el nuevo Barranco (con permiso de Reyes Maroto o Enma López) ya tiene nuestro voto.
Viñeta: Igepzio
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