sábado, 26 de enero de 2013

BELÉN ESTEBAN


(Publicado en Levante-Emv de Castelló el 1 de noviembre de 2010)

A Belén Esteban, esa boxeadora platino del ring televisivo, la han encumbrado, entronado y endiosado y ya no se habla de otra cosa en este país más que de Belén Esteban. Casi un 10% del gentío dice que votaría por ella hoy mismo sin dudarlo, según las últimas encuestas. Eso supondría la tercera fuerza del Estado, un vuelco electoral, una revolución, o sea.El pueblo amargado por la crisis ya no habla ni de Mourinho, ni de los arrebatos primates del alcalde machistón de Valladolid, ni de los chanchullos del PP valenciano. El pueblo habla de la Esteban, de los asuntos de la ingle de la Esteban, del modelito que llevaba la Esteban en la Noria, fíjate qué cocada, nena.
Cada hogar, cada familia, cada pueblo de España se estremece noche tras noche frente al televisor y contiene el aliento y sufre en silencio preguntándose si Andreíta sacará el curso, por fin, este año. El espectador vive a calzón quitado la biografía maltratada de nuestra Nicole Kidman con cara de pez y ya sólo quiere saber si se lo dejará con su maromo.
La chica chupa mucha cámara y quien controla una televisión controla un país. Con la Esteban metida en política a tutiplén el PSOE y el PP sufrirían un desgaste evidente y seguro. Mucho tendría que sudar Rubalcaba para robarle votos a esta intelectuala del colorín. En cuanto a Rajoy, no le quedaría otra que remangarse y ponerse a trabajar de una vez para contener la fuga del voto ultra.
Belén Esteban sería una Agustina de Aragón que llegaría a la política limpia, inmaculada, bendecida por el pueblo. Carlos Fabra tendría que ponerse las pilas y hacer un cursillo acelerado de declaraciones de renta, que es que no le sale una buena. Y a Pacocamps se le acabaron los trajes, para trajes los de la Princesa del Pueblo (el look enterrador no se lleva este año).
Montilla y el tripartit que se vayan olvidando de la Generalitat. Y lo mismo Laporta, que hasta los independentistas más recalcitrantes están ya por abrazar el belenismo.
El PNV también se resentiría con la incursión de la vedette y el final de ETA estaría asegurado. Ya se encargaría ella de ir colocando a los etarras parados como tertulianos con txapela del Sálvame Deluxe. 
Seguro que no desentonarían los chicarrones en medio de la fauna televisual de matones a sueldo, escritores pederastas, esnifados, putañeros, chulánganos, alcaldes donjuanescos, folclóricas trinconas, mariocondes sirleros y terminators del porno ibérico.
Nuestros políticos no tienen ni idea del daño que podría hacerles la niña del exorcista de San Blas encabezando una lista electoral. Con la Esteban sentada en la Moncloa, en plan Isabel la Católica poligonera, cerramos las Cortes y llevamos los leones a Telecinco. Con ella mandando romana terminamos con los abucheos faltones al presidente del Gobierno, suprimimos el desfile militar de la Hispanidad, por casposo, y montamos en su lugar una cabalgata gay con tanques pintados de rosa, legionarios drag queen y Jorge Javier en plan caballero gastador.
Los Costa, Ripoll, Matas, etc, es decir, todos los que andan celestineando con los chorizos campofrío, que vayan pensando en dejarle el escaño al partido de la Esteban. Y qué decir de El Bigotes y El Correa: se les acabó el chollo, sin duda.
Creo yo que Belén Esteban organizaría un partido y un Estado muy competente y eficaz. Sería como eso que dicen: un soplo de aire fresco. Ya estoy viendo a Kiko Matamoros, la Lozano, la Patiño y Mariñas debatiendo agriamente los presupuestos en las Cortes Generales. No voto las pensiones, ea, enmienda a la totalidad, que te calles Karmele... Todo sería bastante más auténtico y apasionante con la Princesa del Pueblo en política. Hasta la dinastía borbónica se tambalearía. Que tiemble Letizia.

Imagen: Kikelin

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