martes, 5 de mayo de 2020

VOX DA POSITIVO


(Publicado en Diario16 el 10 de marzo de 2020)

Las imágenes de Javier Ortega Smith tosiendo y sonándose la nariz a los cuatro vientos durante la pasada Asamblea Nacional de Vox celebrada en Vistalegre, mientras se abrazaba y estrechaba la mano a otros compañeros de partido, resultan espeluznantes. Entre otras cosas porque es un buen ejemplo de lo que no se debe hacer cuando alguien tiene los primeros síntomas de estar sufriendo el coronavirus. Hoy ya se sabe que el número 2 de Santiago Abascal ha dado positivo en el test de la enfermedad, es decir, que está contagiado, y la formación ultraderechista ha pedido perdón por haber celebrado su reunión anual, en la que el jefe salió reelegido como líder supremo por otros cuatro años.
“Aunque animamos a quien fuera población de riesgo a quedarse en casa, siguiendo el acto por ‘streaming’, no podemos ocultar que fue un error por el que pedimos perdón”, reconoce el partido en una nota de prensa. No obstante, acto seguido culpa a Pedro Sánchez del contagio porque “Vox tuvo la candidez de creer que este Gobierno antepondría al menos la salud de los españoles antes que su agenda propagandística”. O dicho de otra manera un tanto más hilarante: Abascal y los suyos culpan al Gobierno de que no les haya prohibido el mitin, que es tanto como si un caco responsabilizara a la Policía de no haberlo detenido antes. ¿Se imagina alguien lo que hubiera ocurrido si Sánchez llega a clausurar esa asamblea, convención, congreso o lo que sea? Se arma un 36.
La auténtica realidad es que hasta hoy Vox no se había tomado en serio la importancia del coronavirus, una amenaza mundial según la OMS. Hace tan solo unos días, Abascal no creía necesario ponerse en cuarentena a pesar de que participó en un acto en Estados Unidos donde se detectó al menos un infectado. Según el líder ultraderechista, la cuarentena no tenía sentido para él, ya que no estuvo en contacto con un caso “positivo” más de un cuarto de hora durante la conferencia anual del Comité de Acción Política Conservadora (CPAC), que se celebró el pasado mes de febrero en Washington. A aquella reunión también asistió el presidente norteamericano, Donald Trump, del que hasta el momento se desconoce si se someterá o no a la medida de prevención.
“El pasado domingo, tal como habíamos anunciado con un mes de antelación, celebramos un acto multitudinario en Vistalegre. Aunque nos planteamos suspenderlo por el Covid-19, decidimos seguir adelante al ver que el Gobierno permitía que se celebraran manifestaciones por toda España, partidos de fútbol y actos religiosos. Entendimos que habría sido irresponsable generar alarma suspendiendo un acto público mientras el resto del país seguía funcionando con normalidad”, se disculpa el partido ultra. La explicación trata de volcar toda la responsabilidad sobre el gabinete de Pedro Sánchez, que a través de su director del Centro de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, lleva semanas advirtiendo a la población, por activa y por pasiva, de que ante el menor síntoma cualquier persona debe quedarse en su casa y telefonear a los servicios médicos de urgencias. Por lo visto, Ortega Smith no creyó conveniente hacerlo y no lo hizo precisamente porque esta gente de Vox, con su testarudez irracional y su patriotismo para todo, no atiende a razones políticas ni médicas.
El meollo del asunto, no nos engañemos, es que Vox ha visto el filón en el contagio de su número 2 y ha entrado en una batalla que le puede reportar buenos réditos electorales. Una posición irresponsable, descabellada, pero así es como se comporta siempre la ultraderecha de este país. Según el comunicado remitido a los medios, a la dirección del partido le alarma “ver las fotografías de miembros del Gobierno con guantes de látex” durante la manifestación del 8M, y también las “drásticas medidas” que el Ejecutivo de coalición ha tomado “pocas horas después”, lo que según ellos “evidencia” que Pedro Sánchez “conocía el alcance de la amenaza”, y pese a ello “no ha hecho nada por contenerla”. Respecto a los guantes de látex no hay mucho más que decir que es una buena medida de protección ante el virus y que bien habría hecho Ortega Smith, sabiendo que estaba enfermo, en ponerse unas manoplas antes de abrazarse a diestro y siniestro a sus correligionarios, transmitiéndoles no solo una buena dosis de patriotismo español sino unos cuantos bichos letales. Y en cuanto a las “drásticas medidas”, el propio Fernando Simón ya ha explicado que el Gobierno va tomando decisiones y medidas en función del escenario que se presenta, ya que el virus se propaga con gran rapidez.
En el mismo comunicado, la formación verde reconoce que Ortega Smith ha dado positivo en las pruebas de la enfermedad y ha pedido que todos sus diputados sigan trabajando desde sus casas, “desde donde controlarán a este Gobierno irresponsable que juega con la vida de los españoles”. También ha exigido que se suspendan las sesiones parlamentarias “hasta que las autoridades sanitarias afirmen que han recuperado el control”. Además recuerda “la necesidad de decretar el estado de alarma previsto en la Constitución”. Una vez más, una propuesta militarizada que solo contribuye a propagar el pánico y la psicosis entre la población, algo lógico por otra parte en un partido que acostumbra a jugar con demasiada alegría con el miedo como factor político y psicológico decisivo. Y es que tanto el virus como Vox se representan por el color verde fosforito. Por algo será.

Viñeta: Iñaki y Frenchy

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